Las actividades recreativas, artísticas y culturales son pilares fundamentales en la formación de los niños y jóvenes. A veces, a los padres nos cuesta ver la utilidad de las excursiones y otras actividades que organiza el colegio y nos da la sensación de que se ‘pierde el tiempo’. Salir de excursión es muy beneficioso para los niños porque estas actividades favorecen el desarrollo mental, emocional y motriz de los estudiantes, entre otros.
– Mamá, ¿es ya hoy la excursión?
– Sí hijo, es hoy. Pero te has despertado muy pronto, vuelve a la cama.
– Pero me llamas, que no se te olvide. Que la ‘seño’ ha dicho que tenemos que ser puntuales.
– No Juan, no se me olvida… ¡anda, duerme un ratito más!
Esto les ocurre a la gran mayoría de los niños cuando tienen con el colegio excursiones u otras actividades distintas a la habitual. Los niños necesitan rutinas y normas para lograr orden, dominio de las cosas, seguridad en el entorno y armonía en su crecimiento. Y también requieren integrar vivencias que les aporten buenos recuerdos, oportunidades para experimentar nuevas emociones y ocasiones para desarrollar la inteligencia con otras actividades.
La emoción de realizar una actividad distinta
¿Qué nos ocurre a los mayores cuando tenemos una cita con alguien a quien queremos, o quedamos con los amigos o una excursión que se ha organizado en el trabajo? Que nos emocionamos, nos ilusionamos, buscamos qué ponernos ese día o qué llevar para compartir. Llamamos a unos y otros con la intención de cerciorarnos de si también ellos irán y así ver el modo de pasarlo lo mejor posible.
Suele ser así. Es natural. Vamos a realizar algo que incluso puede ser frecuente en algunas familias o grupos de amigos, pero no es la cotidianeidad. Pues trasladémonos a las emociones de los niños. Ellos, que todo lo viven con la ilusión de lo nuevo, incluso lo de todos los días si somos capaces los mayores de mostrarles ‘la chispa de cada día’. Tienen todavía la capacidad de asombrarse por las cosas más normales. Esa es la inocencia de los niños, que perciben lo bello y lo bueno en ‘lo de todos los días’.
Pero volvamos a Juan, ¿qué le sucede? Está intranquilo porque no quiere perderse la excursión. Esa intranquilidad es normal. Es un estado fisiológico con el que el organismo responde ante una emoción.
– Vamos Juan, ahora sí. El desayuno está preparado.
– ¿Pero nos da tiempo mamá? A ver si llegamos tarde.
– ¡¡Venga!! Que está todo controlado. El desayuno ya sabes que es muy importante para coger energía. Si no, te pones mustio para visitar el zoo, que ya te ha dicho la maestra que es muy grande y hay que andar mucho. A propósito, ¿te dejaste preparadas anoche las deportivas? Te dije que estaban guardadas en el cajón azul.
– Si mamá. ¡Ummmm, esta tostada está deliciosa!
– Gracias hijo. Da gusto ver lo agradecido que eres.
Un truco que les hace tener buenos recuerdos de las excursiones, de estos momentos especiales del colegio es poner un pequeño detalle familiar. ¿Quién no recuerda ese filete empanado de su madre cuando se iba de excursión y todos los compañeros miraban con gusto a la hora de la comida? ¿O esa bolsa de patatas -que no te dejaban comer más que en momentos especiales- que con tanto orgullo abrías para compartir, pero con esa expresión de «cuidado, chicos, que reparto yo»? O esas galletas de chocolate, que todavía ahora intentas llevar de postre con el café.
¿Por qué organizan estas actividades los colegios?
Muchas veces los padres no terminan de comprender por qué el centro educativo organiza salidas a otros lugares o contacta con cuentacuentos y grupos de teatro para que vayan al colegio. Consideran que son suficientes los contenidos académicos que se imparten. Pero los colegios organizan este tipo de actividades con una finalidad concreta:
1. Enriquece enormemente la oferta educativa.
2. Es una oportunidad para la mayoría de los niños de tener experiencias que en familia suelen ser más costosas, ya que se abaratan costes con grupos grandes.
3. Una oportunidad de contactar con el mundo del arte y la cultura, el mundo de la naturaleza, deportivo, científico.
4. Favorece experiencias in situ de conocimientos teóricos previos.
¿Qué se consigue con estas actividades?
1. Se va reforzando la socialización fuera del entorno escolar.o Van adquiriendo habilidades de responsabilidad en el cuidado de su mochila, abrigo, etc., y de ellos mismos.
2. Adquieren más habilidad en la orientación espacial.
3. Es un recurso ideal para la formación y cultura general.
4. Estas grandes emociones positivas fortalecen las conexiones nerviosas del cerebro y se van constituyendo otras.
5. Les genera más ilusión por asistir al colegio.
6. Fortalecen los lazos de amistad con sus compañeros.
7. Favorece los valores de convivencia.
– Buenos días, ¡aquí está Juan, que viene con unas ganas!, explica su madre.
– Buenos días Juan, entra en clase que ya hay algunos compañeros.
– Un beso, Juan. Diviértete. Hasta luego.
– Sí, llegan todos igual, muy ilusionados -comenta la maestra. Haremos fotos y luego os las enseñaremos.
Un peldaño más arriba en su nivel de maduración
Los padres descubren cómo sus hijos aprenden a desenvolverse sin ellos y a subir un escalón en su desarrollo madurativo.
– Mamá, mira lo que hemos hecho: un nido de águila, un cuaderno con hojas de las que comen algunos mamíferos, unos…
– Juan, tranquilo, que ahora en casa lo vemos todo con tranquilidad y nos cuentas cómo ha ido el día. ¿Pero te lo has pasado bien?
– Sí, mamá. Hemos ido primero a una cueva de un oso, pero no nos dejaban pasar. Después vimos otros animales que hacen agujeros en la tierra y se refugian ahí. Lo he escrito en el cuaderno, ya no me acuerdo como se llaman. Rubén, ¿a qué eran muy feos esos animales que estaban en la roca y casi no se les veía?
– Vamos, Juan, que nos tenemos que ir a por tus hermanos.
– Gracias, Esther -se despide la madre de Juan de la maestra-, ya veo que lo han pasado fenomenal.
– Sí -responde la maestra-. Ha sido un día felizmente agotador. Hasta mañana.
Diversión asegurada
1. Se divierten mucho.
2. Satisface enormemente conocer cosas nuevas y manipularlas en entornos diferentes.
3. Satisface mucho aprender a relacionar conocimientos adquiridos en distintos lugares y momentos. Eso divierte a la inteligencia.
Ya en la cena, Juan cuenta a su manera cómo ha sido el día. Toda la familia pone atención e interés en lo que él tiene que decir. Le hacen preguntas que a veces no sabe ni responder, pero él resuelve la situación explicando con emoción todo lo que ha experimentado.
Piedad García. Directora de Infantil del Colegio Tajamar (Madrid)
Te puede interesar: