A menudo, como padres, nos sentimos tan responsables del desarrollo de nuestros hijos que supervisamos y dirigimos su juego la mayor parte del tiempo; incluso jugando con ellos, sin darnos cuenta. Pero a veces, lo más importante que podemos hacer como padres es contenernos. Esto puede significar permitir que nuestros hijos se aburran para que puedan descubrir su creatividad.
Como padre o madre, seguramente quieres nutrir y despertar la creatividad en tu hijo, por eso es necesario que conozcas las formas más comunes en que los adultos podemos, sin saberlo, aplastar la imaginación y el espíritu creativo de un niño.
Un niño nace con talento innato y creatividad. Pero a menudo, cuando llegan a la mitad de la escuela primaria, gran parte de su creatividad natural se ha dejado de lado para dejar espacio a la memorización y, en muchos casos, el estrés en torno al aprendizaje.
El entorno de hoy en día, hace que nuestros hijos se unan a la necesidad de la sociedad de estar enganchado a la adrenalina, y no les da el tiempo de in-actividad que necesitan para ser creativos. Cuando simplificas el mundo de tu hijo puedes hacer que la vida de la familia sea más satisfactoria y brindarles el espacio que necesitan para prosperar sin forzar.
¿Cómo podemos fomentar el juego?
El juego es una forma ideal para que familias puedan disminuir su estrés y mejorar su salud fomentando el juego autodirigido:
Aquí hay algunas cosas que puedes implementar en tu día a día en la familia.
– Andar en bicicleta.
– Crear una carrera de obstáculos al aire libre.
– Déjale a tus hijos una cámara de video / móvil para hacer sus propias películas en la naturaleza.
Y aquí hay algunas actividades que pueden hacer tus hijos por su cuenta.
– A los pequeños les gustan especialmente los juegos que implican mojarse o ponerse pegajosos. Puedes encontrar fácilmente recetas para fabricar masa y utilizarla como plastilina. También fabricar burbujas de jabón y llevarlas a volar al parque o en la naturaleza.
– Organiza una fiesta desordenada, al aire libre. Preparar tazones de plástico, harina, palas, hojas de papel, pintura para niños, rodillos y lo que tengáis en casa que os permita ensuciarse (el objetivo de esta fiesta es que los niños puedan estar en un entorno, por un rato, donde la harina, la pintura y todo lo demás pueda volar entre ellos y ensuciarse, donde la pintura pueda derramarse en la ropa, mancharse o que la camiseta se cubra de barro sin que sea un problema, ni escuchar todo el tiempo el «No lo hagas que te ensucias».
Imaginación para ejecutar: la fantasía de los niños
También podemos animar a los niños a imaginar lo que quieren hacer, proporcionándoles materiales y reflexionar sobre sus necesidades:
– Anímales a imaginar: Sugiriendo que le den su propio toque personal a algo que les inspire. «¿Qué podrías hacer de manera diferente? ¿Cómo puedes darle tu propio estilo?»
– Proporciónale variedad de materiales: Para involucrar a los niños en actividades creativas, asegúrate de que tengan acceso a una amplia diversidad de materiales para dibujar, construir y hacer manualidades. Las nuevas tecnologías, como los kits de robótica pueden ampliar la gama de lo que crean los niños, pero no pases por alto los materiales tradicionales. Cuanto mayor sea la diversidad de materiales, mayor será la oportunidad para proyectos creativos. Escribir un poema o un cuento también es un tipo de creación!
– Hazle preguntas: Es genial que los niños se sumerjan en proyectos, pero también es importante que den un paso atrás para reflexionar sobre lo que está sucediendo. Puedes ayudarles a reflexionar haciéndoles preguntas sobre sus proyectos. «¿Cómo se te ocurrió la idea de este proyecto?» La pregunta los impulsa a reflexionar sobre lo que los motivó e inspiró» ¿Qué te ha sorprendido más?» Esta pregunta los aleja de sólo describir el proyecto y los empuja a reflexionar sobre su experiencia. Incluso, si algo sale mal en el proyecto una gran pregunta sería «¿Qué querías hacer en realidad?» Al describir lo que estaban tratando de hacer, a menudo reconocen dónde se equivocaron, por sí mismos. Gracias a esa equivocación han aprendido más cosas que les ayudarán en el proyecto.
– Comparte tus propias reflexiones: Hablar con los niños sobre tu propio proceso de pensamiento es el mejor regalo que puedes darles a través de alguna experiencia que haz vivido creando un proyecto nuevo. Al escuchar tus reflexiones, los niños estarán más abiertos a reflexionar sobre su propio pensamiento y tendrán un mejor modelo de cómo hacerlo.
– Es importante que los niños sepan que pensar y encontrar la creatividad implica energía y esfuerzo por parte de todos, tanto para los adultos como para los niños. El trabajar en proyectos creativos, también implica pensar en soluciones a los problemas o inconvenientes que se les presentarán.
Muchas veces, al tratar de ser padres perfectos, creemos que depende de nosotros crear diversión para nuestros hijos. Lo cierto es que ellos pueden «divertirse» con una piedra o una rama o un manojo de hojas. Eso es parte de la importancia del juego. Tal vez nuestro trabajo como padres no sea esforzarnos tanto, en dirigir sus juegos sino «facilitar», para que puedan ir aprendiendo a descubrir la vida en sus propios términos. Se trata menos de «enseñar» la creatividad a los niños, y más de crear un entorno fértil en el que su creatividad eche raíces, crezca y florezca.
Gabriela García González. Autora del nuevo libro para niños El poder de ser tu mismo, El Poder de Tu Resiliencia y de La Mejor Coach para tus Hijos ¡eres tú! €s una referente del Coaching para Niños y el Empoderamiento infantil y Femenino. Educadora, Experta en Desarrollo Personal integral, Conferencista internacional y Formadora de Emprendimientos desde el Ser para mujeres.
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