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Escuelas infantiles de verano: ¿qué hacer con los peques en vacaciones?

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Ya pasaron a la historia esos días en que los pequeños iniciaban su veraneo cuando terminaba el cole y no regresaban hasta mediados de septiembre, cuando volvía a empezar. Hoy, las necesidades de conciliación entre la vida laboral y familiar, obligan a los papás a buscar soluciones como las escuelas infantiles para los meses de verano en que ellos trabajan.

Las escuelas infantiles de verano son una buena solución, pero hay que estar atento a lo que nos ofrecen porque «no es oro todo lo que reluce» y dejar a nuestros hijos en una escuela de verano, si es la primera vez y no la conocemos, implica un riesgo.

10 consejos para apuntar a tus hijos a las escuelas infantiles de verano

Antes de escoger una escuela infantil de verano para tus hijos, hay que fijarse en ciertas cosas muy importantes que resumimos modo de «decálogo»:

1. Escuela de valores. La escuela de verano es un entorno adecuado para aprender valores como el respeto mutuo; el trabajo en equipo; la amistad; el orden*

2. Elige la escuela por referencias. Mejor una escuela de verano de la que tengáis conocimiento directo del equipo educativo y de las instalaciones.

3. Actividades programadas. Las actividades de las escuelas de verano deben estar programadas día por día y no sujetas a la improvisación.

4. Profesores y monitores. El equipo educativo debe estar liderado por profesores con experiencia y titulación acorde con la edad de vuestros hijos, los monitores de tiempo libre pueden ser grandes educadores también, siempre y cuando tengan experiencia probada y estén bien liderados.

5. Aprender jugando. Es importante también que las actividades tengan un contenido educativo concreto, un centro de interés. En torno a ellas se desarrollarán distintas actividades: pintura, danza, canciones, manualidades, juegos de agua, narración de cuentos y leyendas…

6. Horarios. Deben favorecer el descanso de los niños respecto al curso escolar. Actividades divertidas, algunas que impliquen movimiento y otras más relajadas. Cuánto más pequeños son los niños más necesitan un tiempo de siesta, es algo que debéis mirar como también en qué condiciones de higiene y seguridad se hace la misma.

7. El comedor de verano. Si hacen todo el horario escolar implica que se quedan a comer. La alimentación es un tema de gran importancia porque con el calor del verano, los alimentos se estropean muy fácilmente por lo que una escuela de verano que no cuente con unas instalaciones adecuadas son un peligro para los peques y para todos los que les atienden. Lo ideal es que tengan cocina propia que cumpla la normativa vigente, si utilizan servicio de catering, aseguraros de que sea una empresa con todas las garantías a la hora de elaborar y transportar los alimentos.

8. Espacios adecuados a la edad del niño.

– Las escuelas de verano para niños de 0 a 5 años, más que grandes espacios, necesitan un lugar alegre, seguro y estimulante. Obviamente, debe cumplir la normativa vigente respecto a los metros cuadrados por niño. Un patio en el que se puedan hacer juegos de agua; huerto; circuitos de psicomotricidad para estas edades. El mobiliario debe ser adecuado a su tamaño y, si se quedan a hacer la siesta, la escuela debe disponer de elementos aptos para este uso (hamaquitas, colchonetas, cunas) todo en perfecto estado y máxima higiene.

– Los niños que cursan Primaria necesitan espacios más grandes para correr y para iniciarse en algún deporte. Los clubs deportivos ofrecen muchos cursos de verano para iniciarse en la natación, el tenis, el fútbol… También la mayoría de escuelas de primaria tiene actividades para el mes de julio. En agosto ya es más difícil y la oferta de ocio para niños se reduce muchísimo. También en estos casos hay que saber muy bien qué monitores se harán cargo de nuestros hijos para tener la certeza de que son buenos educadores.

9. Llegada y recogida. Si es posible, llevad y recoged a vuestros hijos tanto durante el curso escolar como en la escuela de verano. Ellos tienen muchas cosas que contaros y seguramente traerán diariamente una manualidad hecha por ellos con mucho cariño. Cuando no pueda ser, aseguraros de que la persona que cuida a vuestros hijos hable con los profesores o monitores con el mismo interés con que lo haríais vosotros y que luego os comparta toda esa información tan importante. Hablad con vuestros hijos, ellos os contarán muchas cosas y si son bebés les notaréis felices y relajados si han pasado un buen día.

10. Comunicación familia-escuela. La escuela de verano debe ser un espacio donde la familia se sienta cómoda, debemos tener siempre a una persona de referencia con la que podamos hablar de cómo ha ido el día y de las pequeñas incidencias o anécdotas que hayan podido surgir. Cuando matriculéis a vuestros niños os aconsejamos que no os olvidéis de preguntar quién será la persona responsable de ellos.

Margarita Mir. Directora de la Escuela Infantil Nemomarlin Sant Cugat. Barcelona

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