¿Qué padre no desea lo mejor para sus hijos? Y no solo dentro de casa, también fuera de ella. Un buen ejemplo es el centro educativo al que se envía a los más pequeños. ¿Qué equipamiento deben ofrecer estos lugares para asegurar una buena formación y estancia? Un objetivo que también debe asegurarse en las guarderías, primer entorno de estas características que suelen visitar los menores.
Desde el Hospital Sant Joan de Déu se ofrecen varios consejos a los padres para que puedan tener en cuenta todos estos factores a la hora de elegir la guardería a la que irán sus hijos. Un listado completo con las características que deben ofrecer este tipo de centros para garantizar el mejor de los resultados a los pequeños alumnos que acogen en sus aulas.
Lo que deben asegurar las guarderías
Desde el Hospital Sant Joan de Déu se destacan los siguientes puntos como los más importantes a la hora de elegir guardería:
– Zona de seguridad. Es de vital importancia para los más pequeños contar con un entorno seguro. En él se enmarca todo el espacio comprendido entre el suelo y uno y veinte metros de altura en toda la instalación y accesos, incluyendo la zona de tránsito y la de uso habitual. La guardería debe evitar elementos peligrosos que puedan causar accidentes a los más pequeños, como por ejemplo muebles que puedan caerse sobre ellos o instalaciones que causen heridas tras los choques.
– Accesos. El acceso a la guardería debe velar por la seguridad de los niños, protegiéndolos de extraños y de elementos que puedan ser causa de un accidente. Un ejemplo son las vallas delimitadoras de los centros que no deben tener la posibilidad de que los menores puedan escalarlas y la distancia entre barrotes no debe superar los diez centímetros para que los pequeños no puedan introducir la cabeza entre ellos.
– Instalaciones generales en guarderías y escuelas infantiles
Hay que tener en cuenta varios aspectos:
Suelos: ligeramente blandos, continuos, aislantes, antideslizantes, y lavables. En función de las necesidades que requieran las actividades que se realizan en cada espacio se aumentará el nivel de amortiguación de los mismos. Por ejemplo, no es lo mismo la actividad que desarrollan los niños en los rincones del aula, que en el aula de psicomotricidad o el suelo existente bajo un tobogán.
Paredes: teniendo en cuenta que los niños y niñas están en constante desarrollo de las habilidades motrices, las caídas y los golpes son constantes, por lo que se deben proteger de forma que se minimicen las consecuencias de estas caídas. Se recomienda que sean superficies lisas, y al igual que los suelos, impermeables, fácilmente lavables y resistentes al desgaste y al fuego.
Puertas: en función de los espacios que conecten deben ser inaccesibles para los niños. En el caso de puertas correderas han de contar con sistema de bloqueo para evitar que puedan abrir y cerrar, las guías no deberían discontinuar el pavimento por el riesgo de tropezar.
Ventanas: inaccesibles a la manipulación infantil, no sólo no han de poder abrirlas, sino también hay que proteger las hojas si ésta permanece abierta y evitar siempre la disposición de los equipamientos de forma que no facilite la escalada (por ejemplo, en la zona de sueño, las cunas nunca deben situarse debajo de una ventana, ya que la altura del niño cuando se pone de pie la hace accesible).
Escaleras y desniveles: todos los desniveles en la zona de tránsito infantil deben ser salvables para los niños que acoge la escuela infantil. El resto de espacios deben estar delimitados y ser inaccesible a la manipulación infantil.
Enchufes: los que no se sitúen por encima de la zona de seguridad, deben disponer de protecciones infantiles, en ningún caso pueden ser accesibles a los menores. No debemos olvidar que todos los dispositivos electrónicos y los cables derivados también deben situarse por encima de esta zona.
Iluminación: adecuada para una óptima visión de los espacios y las vías de evacuación. Natural regulable en intensidad: evitando elementos textiles y vigilar que los cordones de las cortinas sean inaccesibles para los niños. Artificial indirecta y con la luminaria protegida.
Ventilación: la ventilación natural en todas las estancias infantiles, zonas con sistemas de evacuación de olores si es necesario.
Climatización: ha de ser graduable por los adultos y en ningún caso para sistemas de combustión. Protección de los elementos de climatización situados en la zona de seguridad.
– Instalaciones específicas de guarderías y escuelas infantiles
Los espacios asistenciales y de actividades deben ser totalmente accesibles y estar conectados entre sí deben tener en cuenta las siguientes características:
Visuales: atender una necesidad básica en particular no debe implicar la pérdida de contacto visual con el grupo en general.
Específicas: deben existir espacios diferenciados y adaptados para cada asistencia concreta y para cada actividad programada.
Polivalentes: los espacios deben estar preparados para acoger a niños de distinto nivel y con necesidades diferentes.
– Equipamientos de guarderías y escuelas infantiles
Los elementos que componen una escuela infantil, cualquiera que sea su uso deben ser específicos para el desarrollo de su función, estar adaptados a las destrezas y habilidades de los niños, a sus medidas antropométricas y deben cumplir con las normativas vigentes.
– Evaluación y auditoría de riesgos infantiles. Ni con el estricto cumplimiento de todas las normativas y decretos vigentes se asegura una instalación adaptada y segura. La planificación del mantenimiento, la prevención eficaz y concreta, sólo la ofrecen las evaluaciones de riesgo infantiles realizadas por profesionales y el derivado informe con las soluciones precisas en función de la prioridad del riesgo.
– Gestión del mantenimiento. Muchas lesiones en centros infantiles tienen como causa un plan ineficaz de mantenimiento. Este plan debería tener en cuenta los puntos críticos que se establezcan después de una evaluación de los riesgos y también todos aquellos factores más urgentes.
– Formación. El personal del centro infantil debe recibir formación en prevención de riesgos. A menudo se le da más importancia a los primeros auxilios que la integración de forma natural de la cultura preventiva.
– Emergencias. Aunque es de obligado cumplimiento, son muchas las escuelas infantiles de gestión pública que no disponen de un plan de autoprotección. En este plan se ha de implicar a todo el personal del centro y hay que diseñarlo bajo los preceptos de posibles emergencias, siempre en función de las características de los niños.
Damián Montero
Te puede interesar:
– Enfermedades infantiles: ¿cuáles hay que comunicar en la escuela?
– Niños en la guardería: 10 procesos febriles al año