La misión de las actividades extraescolares es la de enseñar una nueva habilidad a los niños o potenciar alguna que ya posean. Hay un amplio abanico y cada una de ellas tiene una finalidad distinta. Desde inscribir a un hijo en clases de inglés para reforzar su aprendizaje del idioma o alguna práctica deportiva con la que fomentar un estilo de vida más activo y menos propenso al sedentarismo.
De hecho algunas de estas actividades físicas también pueden ayudar a reforzar habilidades intelectuales. Un ejemplo son las artes marciales, una práctica que según un estudio publicado en Frontiers of Psichology permite que los niños puedan mejorar su atención al igual que su capacidad de reacción a largo plazo. Una ayuda que permite mejorar destrezas en las etapas más exigentes de la educación como la universidad.
Constante alerta
Para evaluar cómo la práctica de artes marciales podía mejorar la capacidad de concentración y atención a largo plazo, los investigadores reclutaron a un total de 48 adultos. 21 de ellos habían realizado ejercicios relacionados con estas actividades o seguían ejerciéndolos, mientras que los otros 27 nunca se habían iniciado en ellos. Todos ellos se sometieron a pruebas en las que se medían sus niveles de atención.
Por un lado se midió la capacidad de alerta, advertir un nuevo estímulo, la orientación, enfocar la atención ante esta nueva situación y su habilidad ejecutiva, elegir la respuesta correcta en el mínimo tiempo posible. Una fórmula para determinar la capacidad mental de los individuos y comprobar cómo podían reaccionar ante estas situaciones.
De entre todas estas capacidades, los investigadores quisieron medir la capacidad de alerta, que indica un alto nivel de concentración para reaccionar ante cambios. Los resultados determinaron que los participantes con experiencia en el terreno de las artes marciales mostraban una mayor capacidad de concentración en los tres puntos y en especial en el primero, como consecuencia de la constante atención a las actitudes de su contrincante.
Las aplicaciones prácticas de esta capacidad de atención en el terreno de los niños es la de seguir el hilo de una clase con mejores resultados, o estudiar un temario. A menudo la explicación de los contenidos, o la resolución de ejercicios, supone un cambio en la línea que se está siguiendo. Adaptarse a esa variación y responder de manera efectiva permitirá alcanzar las conclusiones y ser capaz de razonar manteniendo.
Mejorar la atención
Además de las artes marciales, existen otras actividades para mejorar la atención en niños. Desde la Fundación Cantabria Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad o Fundación, CADAH, se sugieren estas actividades con las que potenciar esta capacidad en casa:
– Ensartar bolas de distintos colores en un orden fijo. Le daremos diferentes modelos para que el niño los vaya reproduciendo, graduando su dificultad.
– El intruso. Se le proporcionan al niño de manera hablada o escrita cuatro palabras de las cuales una de ellas no guarda relación con el resto. Deberá descubrir cuál de ellas es.
– Ofrecer al niño una hoja con muchos animales que se parecen entre sí pero que poseen características diferentes, el menor deberá de redondear sólo los que le pidamos.
– Dar al niño una hoja con muchos redondeles en línea. Deberá de pintarlos del color que quiera, pero yendo de uno en uno, sin saltarse ninguno.
– Ofrecer un cubo de Rubik y tratar de completarlo.
Damián Montero
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