La comunicación no verbal es una manera de conocer qué es lo que realmente está pasando por la cabeza del interlocutor y no dice con palabras. Es lo que estudiamos para conocer los entresijos en los discursos de los políticos, es decir, para descubrir los secretos de lo que no decimos, pero sirve para mucho más. ¿Cómo puede ser útil para los niños?
La única forma que tiene un bebé de expresarse con sus padres es a través de la comunicación no verbal. Por ello, su desarrollo es de vital importancia en los primeros años de vida de los niños. Los padres han de poner todo su esfuerzo en tratar de entender qué les quiere transmitir su bebé a través de la comunicación no verbal. De esta manera podréis detectar su estado de ánimo o cualquier problema o desajuste que esté sufriendo tu bebé.
Hoy sabemos, gracias a un estudio de la Universidad Pompeu Fabra, que los bebés comprenden qué intención se esconde detrás de los actos comunicativos a partir de la información gestual y de la melodía del habla (prosodia). Se debe estar muy atento en los primeros meses de vida a la expresión de la cara, la felicidad, la incomodidad o la preocupación serán muy fáciles de captar si uno está atento. Mira fijamente a tu hijo y sonríele, establecer una comunicación no verbal por vuestra parte también es necesario.
Para estimular a tu hijo, deberás procurar desarrollar todos sus sentidos, haciendo hincapié en los siguientes; la vista, en cuanto empiece a ver, colocándote a diferentes distancias. Su capacidad auditiva con el empleo de la música y los sonajeros, y su capacidad comunicativa, estimulándole para que comience a reproducir sus primeros gorgoreos. Pero el desarrollo de la comunicación no verbal no es igual en los bebés que en los niños que empiezan a hablar, por lo que es importante plasmar las diferencias.
5 consejos para estimular a tu bebé a través de la comunicación no verbal
1. Contacto visual. Nuria Baranda, logopeda, formadora y directora de Logofonia, afirma que «es, sin duda, el signo principal de prestar atención al otro. Es innato en el ser humano y precisamente por eso, es un signo de alarma a tener en cuenta. Si nuestro bebé no busca de manera natural ese contacto ocular hay que decírselo al pediatra que deberá derivar al profesional que corresponda en función de los demás signos que puedan aparecer». Y a medida que se vayan haciendo mayores y desarrollen su capacidad de raciocinio «aprenderán poco a poco las normas de educación relacionadas con las «normas de contacto ocular» como sostiene Nuria Baranda.
2. Ponedles música. Ésta contribuirá a desarrollar su inteligencia y capacidad de habla, les relajará. Además los sonajeros tienen una función más importante de la que creéis: estimularán la capacidad auditiva de tu bebé.
3. Evita gritar, mantened un tono de voz adecuado. Si utilizas un tono de voz inadecuado para transmitir un mensaje positivo tu hijo se quedará con lo negativo, Nuria Baranda sostiene que «la voz es el maravilloso vehículo de nuestras palabras por lo que un uso adecuado de los distintos parámetros; tono, intensidad y timbre, son parte esencial del lenguaje no verbal y, en muchas ocasiones, desatendemos este aspecto.» Es por ello, que medir nuestro tono configura un elemento esencial en desarrollo de la comunicación no verbal de nuestros hijos.
4. Utilizad vosotros la comunicación no verbal. Cuando algo te parezca bien sonríe y exprésale tu felicidad. Por el contrario, cuando hagan algo mal, aparte de hacérselo saber con palabras, utiliza los gestos. Esto funciona para cuando sean más mayores, a partir de los 2- 3 años. «los niños deben aprender con nuestro modelo adecuado y con nuestras explicaciones, progresivamente irán asimilando cuando la distancia que guardamos respecto a los demás puede ser invasiva o no. También es necesario estar cerca para que, al hablarles, puedan ver nuestras expresiones faciales y nuestros movimientos articulatorios con cada sonido que emitimos».
5. Enséñale a empatizar. Un buen ejemplo para que tu hijo interiorice este concepto sería leyéndole cuentos y representando lo que le sucede a cada personaje. Es decir, si osito se hace daño, puedes poner cara de dolor mientras se lo estás leyendo, y si está contento, sonríe. «Cuando veamos que nuestro hijo provoca una reacción en el otro y no se da cuenta, hacerlo notar». Empatizar con los sentimientos es vital para su futuro y ayuda a trabajar la inteligencia emocional.
Cómo enseñar a los niños más mayores la comunicación no verbal
Cuando nuestros hijos son algo más mayores, (entre 6 y 10 años por ejemplo) ya prestan atención al contexto en el que se realiza la comunicación y pueden expresarperfectamente con palabras lo que sienten. ¿Sigue siendo importante la comunicación no verbal? Nuria Baranda, sostiene que «los niños que no tienen estas habilidades pueden ser evaluados y tratados por el Logopeda para así evitar mayores retrasos en el desarrollo de su comunicación» ya que la comunicación no verbal aporta una información esencial del niño.
La logopeda considera que «no solo sigue siendo importante, sino que es imprescindible y en adultos también. ¡Ojo con tanta pantalla en nuestras vidas familiares! Cada vez observo a más personas que hablan sin mirarse porque están pendientes de sus móviles. Eso es una involución, si no me miras cuando hablamos, no tienes ni idea de si me interesa lo que cuentas ni de cómo me siento. Es de vital importancia que no desatendamos este aspecto. Cada persona con la que nos cruzamos tiene unas particularidades y de mi capacidad de observarlas y entenderlas, dependerá el éxito en nuestra comunicación».
Las personas adultas que no han desarrollado una comunicación no verbal desde niños, podrán tener problemas de comunicación y les costará desenvolverse. Saber leer entre líneas y captar el lenguaje no verbal de nuestro interlocutor es de vital importancia en tu día a día. En las familias debemos cuidar la calidad del mensaje verbal, y sobre todo, el lenguaje corporal y gestual porque no cuenta solo lo que decimos, sino la manera de decirlo y la coherencia entre ambos mensajes, el verbal y el no verbal.
Natalia Pérez García
Asesoramiento: Nuria Baranda. Logopeda, Formadora y Directora de Logofonia.
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