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Cómo enseñar a los niños a enfrentarse a los retos y a superarlos por ellos mismos

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Consejos para enseñar a que los niños encaren y superen los retos.

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Crecer no es fácil. Aunque la infancia se relacione con diversión y alegría, no está exenta de pruebas y retos que se presentan como una oportunidad para aprender a resolver problemas. Sin embargo, esta dificultad puede traducirse en frustración cuando no se resuelven tan rápido como ellos esperan o ante el malestar que supone enfrentarse a estas situaciones.

La labor de los padres es la de ayudar a que sus hijos enfrenten estos retos en su día a día y aprendan la valiosa lección de enfrentarse a los problemas. Por ello, desde la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado, CEAPA, se ofrecen varios consejos con los que ayudar a que los más pequeños aprendan a encarar estos momentos y se manejen con la frustración.

Autocontrol

Los retos suponen un camino que debe recorrerse antes de alcanzar un deseo o una meta. El hijo quiere satisfacer una necesidad, el problema aparece cuando hay que esperar para conseguir este objetivo. Es en este momento en donde el autocontrol debe ser el primer paso para poder encarar esta situación y poder mantener la calma en lugar de dejarse guiar por la desesperación.

Para ello los padres deben enseñar mecanismos para conseguir que los más pequeños alcancen el autocontrol:

– Hacer ver que los niños tienen control sobre la situación. Ellos pueden decidir sobre cuál es el siguiente paso a dar para conseguir el objetivo, quizás el objetivo se demore, pero ellos deben ser los que decidan la estrategia para alcanzarlo.

– Valorar alternativas. La vida no siempre concede lo que uno quiere, pero el camino sigue. La frustración supone quedarse quieto y no seguir avanzando, para ello nada mejor que valorar otras alternativas que puedan transformarse en nuevas metas.

– Tener en cuenta las consecuencias. Quizás exista la posibilidad de conseguir el objetivo a corto plazo, pero esta solución rápida puede traer consecuencias indeseables a corto plazo.

El papel del ‘no’

Ningún padre quiere que su hijo esté triste y la frustración es una vía para que en el pequeño aparezca este sentimiento. Por este motivo, muchos progenitores optan por hacerle fácil el camino a los niños y adelantar la meta que los pequeños buscan. Una mala decisión ya que en su futuro habrá situaciones en las que ellos no estarán para echar una mano a la hora de solventar estos problemas.

Cuando los más pequeños acudan a sus padres para conseguir esta meta de forma rápida, los adultos deben estar preparados para decir que no. Desde CEAPA aconsejan a los padres estar preparados para lo que ellos llaman «solicitud de justificación«, es decir, explicar el motivo que ha dado lugar al «no». Este argumento deberá ser corto y preciso de forma que no dé lugar a interpretaciones.

Es posible que en algunas ocasiones este argumento encuentre una réplica por parte de los más pequeños. Ante esta situación, los padres deben cortar la discusión ya que los hijos sólo pretenden salirse con la suya en estas situaciones. También puede suceder que los más pequeños intenten provocar al no conseguir sus objetivos, aquí la charla debe terminar y los progenitores hacer valer su autoridad.

Negociación

La búsqueda de metas debe llevar aparejada un camino que debe seguir antes de obtener el deseo anhelado. La misión de los padres es la de negociar con ellos el esfuerzo previo, reto, que deben afrontar antes de conseguir la querida recompensa:

– Antes de negociar, saber aprovechar las circunstancias para equilibrar los deseos y las obligaciones. Se concreta el compromiso, en positivo. Intentar motivar a los más pequeños sin imponer nada, simplemente haciendo ver que deben afrontar una prueba y que esto les será beneficioso.

– Durante. Los niños asumen el control, ellos deben ser quienes decidan qué hacer para conseguir sus objetivos. Durante esta fase los padres no deben ceder y seguir haciendo ver a sus hijos que si no respetan lo pactado, no habrá resultado positivo.

– Después. Los padres deben cumplir lo pactado y conceder a los hijos aquello que se negoció. De esta forma los niños verán que pueden enfrentarse a los retos y que con esfuerzo serán capaces de conseguir alcanzar las metas propuestas.

Damián Montero

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