La crianza de los hijos es uno de los aspectos más delicados que se debe enfrentar un padre. Las decisiones que se toman hoy tendrán efectos en el desarrollo de los niños. De hecho, la ciencia ha realizado numerosas investigaciones para calcular los efectos que tiene la actitud, y el modelo educativo, que se escoja a la hora de enfrentar la enseñanza de los más pequeños de la casa.
Por ejemplo, el estudio publicado por la Universidad de Cambridge, que asegura un estilo de crianza autoritario, marcado por la agresividad verbal o física, así como la manipulación y una alta tasa de castigos, tiene efectos negativos en el desarrollo de los hijos. Un aviso de que, si bien son útiles las normas y los límites, excederse en ellos puede ser contraproducente.
¿Cuáles son los efectos de una crianza autoritaria?
Los resultados del trabajo mencionado refieren que los niños que han sido criados bajo un estilo de crianza autoritario presentan niveles más altos de agresividad, siendo más fácil que se rebelen contra las figuras de autoridad a medida que van creciendo. A esto hay que añadir unos niveles de ansiedad por encima de la media y es que hay que tener en cuenta el estrés que les provoca no saber qué castigo recibirán a continuación.
Junto con el aumento de los niveles de agresividad, también hay que tener en cuenta la mayor posibilidad de desarrollar y presentar síntomas depresivos. Los niños que fueron criados bajo un modelo hostil, hacia los 3 años tenían 1,5 posibilidades más de tener una salud mental de alto riesgo, y 1,6 veces más probabilidades de tener síntomas de salud mental.
¿Y por qué optan los padres por este estilo de crianza? Kadesha Adelakun, indica que la ignorancia, la propia experiencia, el estrés o la desesperanza que les genera la experiencia de criar un hijo son algunos de los detonantes de esta decisión en cuando al modelo elegido.
Establecer límites en los más pequeños
Como se ha dicho, los límites son necesarios en la crianza de los más pequeños, pero hay que saber aplicarlos sin caer en un modelo de crianza autoritario:
– Ser coherente. En lo que respecta a la disciplina, es necesario ser coherentes. Los padres deben ser los primeros en respetar las normas y las consecuencias de romperlas.
– No caer en la tentación de relajarse en los límites establecidos con tal de evitar las rabietas, u otras llamadas de atención de los más pequeños.
– Optar por el diálogo, para que los pequeños sepan el verdadero motivo de su castigo, y sean conscientes de la norma que han roto, y que no es por «porque yo lo digo».
Damián Montero
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