La ansiedad no es algo propio de los adultos, también es habitual que los niños la desarrollen. Una situación que puede lastrar su desarrollo y sus rutinas escolares, al mismo tiempo que pueden surgir problemas de salud derivados de la falta de sueño. Como en cualquier situación, la prevención es el mejor de los remedios, y en este sentido, un estudio realizado por la Universidad de California-Riverside, da nuevas pistas.
Ejercicio y dieta saludable en la infancia ayuda a reducir la ansiedad en la edad adulta, al mismo tiempo que permite aumentar la masa muscular y celebrar. Por el contrario, los menús ricos en grasas y azúcar, se relacionan con tasas más altas de obesidad y una preferencia a productos menos saludables. De esta manera, cuidar lo que se pone en la mesa y la actividad física se convierten en las mejores aliadas.
Dieta y ejercicio, de la mano
Marcell Cadney, líder del estudio, explica que cuando alguien va al médico mostrando preocupación por su peso, la recomendación principal es hacer ejercicio y comer menos. Por eso, en este estudio, se pretende analizar actividad física y alimentación como algo conjunto, no de manera separada como hicieran otros trabajos previos.
Los resultados publicados en la revista Physioogy and Behavior, demuestran que los ratones investigados se dividieron en cuatro grupos: unos realizaban ejercicio, otros que o, unos se alimentaban con una dieta saludable y otros con alimentos ricos en azúcar y grasas.
Aquellos ratones con una dieta saludable tras el destete y continuaron con ellas tres semanas después, hasta alcanzar la madurez, presentaban una mayor capacidad aeróbica y unos niveles de hormonas diferentes que favorecían el mayor control de sus niveles de ansiedad. Una de ellas es la leptina, que ayuda al control de la masa corporal y aumenta el gasto energético.
Control de la ansiedad en niños
Alimentación y ejercicio son solo dos puntos que ayudan al niño a controlar su ansiedad. Estos son otros consejos, como los aportados desde el centro Cenit de Piscología:
– Hacer ejercicios de respiración. La respiración lenta y sencilla favorece la reducción de la ansiedad, los padres pueden enseñar a sus hijos a tomar aire por su nariz, y hacerla llegar hasta el vientre, para después expulsarla lentamente.
– Ayudarles a identificar pensamientos negativos para darles de lato tan pronto aparezcan. Para ello, nada mejor a que tengan en la nevera pensamiento positivos para sustituirlos.
– Guiar al niño en la imaginación de escenas relajantes que sirvan como un lugar que los ayude a encontrar la calma.
Damián Montero
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