¡Cuánto aprende un niño! Y no solo porque en el colegio conoce datos sobre historia, interioriza fórmulas matemáticas o desarrolla habilidades artísticas. Además de la esfera académica, en su día a día los más pequeños también empiezan a adquirir nuevas destrezas que podrán aplicar en toda su vida y que podrán ayudarles a adquirir sus metas.
En ocasiones estos aprendizajes son independientes, pero en otras el adquirir unas habilidades puede favorecer el desarrollo de otras. Es el caso del desarrollo de la atención y de la autonomía en los más pequeños de la casa. Tal y como indican desde Fundación Cantabria Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad, CADAH, es aconsejable enseñar a los pequeños ambas cualidades.
La autonomía en niños
¿Por qué es importante favorecer la autonomía en niños? Si bien hay numerosas actividades para las los pequeños no están preparados, hay otras muchas que deben empezar a realizar sin que un adulto se lo recuerde. Potenciar esta habilidad en los más pequeños permitirá que:
– El niño autónomo es aquel pueda realizar por sí mismo aquellas tareas y actividades propias de los niños de su edad y de su entorno socio cultural, sin necesidad de que un adulto tenga que incentivarlo. El niño toma el control de su día a día.
– Un niño dependiente, que requiere ayuda continua. Por el contrario, aquellos que desarrollan la autonomía, presentan una mayor iniciativa.
– Los niños con pocos hábitos de autonomía, generalmente presentan problemas de aprendizaje y de relación con los demás. De ahí la importancia de su desarrollo: normalmente cuando progresan en este aspecto, también lo hacen en su aprendizaje y relación con los demás.
¿Y cómo se relaciona autonomía y atención? Si el niño aprende a manejarse sin ayuda de un adulto y sin la supervisión de los mismos, pondrán todos sus sentidos a la hora de conquistar sus metas. Si no se concentran en todos los detalles de la actividad que realizan, obtendrán malos resultados. Un ejemplo es la responsabilidad de sus mochilas escolares.
Los niños tendrán que prestar atención al material que portan en sus mochilas escolares, en el caso contrario es posible que se encuentren con que no pueden llevar a cabo una determinada actividad en clase. Otro ejemplo en el que ambas habilidades se complementan es la seguridad personal. Los padres deben enseñar a sus hijos a reconocer posibles peligros como enchufes o esquinas de muebles para que a la hora de jugar en casa, los pequeños puedan poner sus sentidos y advertirlos, evitando accidentes domésticos.
Cómo desarrollar atención y autonomía
¿Cómo es posible desarrollar ambas habilidades en niños, al mismo tiempo? La Fundación CADAH ofrece la siguiente guía para que los padres puedan inculcar ambas destrezas en sus hijos:
– Decidir qué se le va a exigir y preparar lo necesario. El primer paso es decidir, de forma razonada, lo que se le a exigir al niño y evitar pensamientos como del tipo «prefiero hacerlo yo, lo hago antes y mejor».
La exigencia debe ser adecuada a su edad y hay que procurar hacerlo todo los días en el mismo lugar.
– Explicar qué tiene que hacer y cómo. Una vez definida la tarea, habrá que explicar al niño muy clarito y con pocas palabras cómo hacerlo, el mejor primer paso en este punto es ser ejemplo y realizar la actividad en primer lugar. Tras las instrucciones, debe ser el niño quien imite
– Practicar. Es sencillo, recuerda el viejo refrán: «la práctica hace al maestro». Poco a poco el niño irá tomando el control de la actividad y ganará más autonomía a la hora de llevarla a cabo.
– Supervisar. Hay que revisar cómo va realizando lo que se le encomienda para revisar errores, nunca hay que suplirle en esta actividad, sino ejercer de supervisor.
Damián Montero
Te puede interesar:
– Cómo motivar a los niños para aprender
– Juegos para estimular la atención de los niños
– Aprobar un examen, cómo prepararlo