Según el diccionario de la Real Academia Española, la felicidad se puede definir como el «estado de grata satisfacción espiritual y física» o como la «ausencia de inconvenientes o tropiezos». Cualquiera de ambas acepciones puede marcarse como una meta para las familias de todo el mundo. Un objetivo, que aunque parece imposible, se puede alcanzar si se sabe cómo.
Para todos aquellos que no sepan cómo, la Asociación Española de Pediatría y Atención Primaria, AEPap, se ofrece un decálogo con el fin de que todas las familias puedan alcanzar la felicidad. Acciones que se pueden desarrollar de forma sencilla durante el día a día.
Decálogo para la felicidad
¿Cómo alcanzar la felicidad en el seno de la familia? Desde AEPap se brindan los siguientes consejos:
1. Demostrar siempre a los hijos lo importantes que son. Las expresiones de amor incondicional a cualquier edad deben ser comunes. Palabras bonitas, sonrisas, un abrazo, etc.
2. Cuidar la salud de todos y ayudarles a crecer sanos. Los padres deben ser modelos y hay que enseñarles estilos de vida saludables que abarquen desde una buena alimentación hasta una actividad física rutinaria e higiene de sueño.
3. Dedicarles tiempo a diario. Jugar y disfrutar con los hijos es importante. Hay que procurar siempre tener tiempo libre y disfrutar juntos de estos momentos en familia.
4. Los bienes inmateriales por encima de los materiales. Siempre es mejor ofrecer valores y recuerdos en compañía de los padres que una herencia en forma de juguetes.
5. Educarles con cariño. Los padres deben elogiar los buenos resultados y reconocer el esfuerzo dedicado. Poner normas que se puedan cumplir y adaptadas a cada edad.
6. Estimular y apoyar su aprendizaje. Los padre deben fomentar su autonomía desde que son pequeños a través de actividades cotidianas, como vestirse o comer por su cuenta.
7. Escucharles y dialogar con los hijos desde pequeños. Los niños deben compartir con sus padres sus intereses y visión propia del mundo. Los padres deben reconocer estos puntos que hacen a sus hijos especiales.
8. Transmitirles seguridad, tranquilidad y confianza. No hay que fomentar sus miedos, hay que apoyarles y entender sus propias emociones. Reforzar su autonomía para motivarlos a alcanzar sus metas a través del reconocimiento de sus capacidades.
9. Permitirles ser niños. No hay prisa por crecer, sin obviarles las verdades sobre la vida, hay que dejarles disfrutar de esta etapa de su vida: la infancia.
10. Favroecer las relaciones con la familia y amigos. Estas personas los acompañarán a lo largo de su vida, fomentar la empatía permitirán que puedan ponerse en el lugar de los otros, aprendiendo a convivir.
Damián Montero
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