La lectura es una de las mejores actividades para desarrollar, tanto en familia, como en solitario. Sin embargo, enamorarse de la los libros puede ser una labora algo delicada para los más pequeños de la casa. Y es que, desde que se aprende a leer hasta que uno se sumerge completamente en estos mundos de fantasía, pasa un tiempo. Los padres pueden ser un buen elemento para acercar estos amigos de papel a sus hijos.
De hecho, comenzar a leer junto a los hijos y animarlos a enamorarse de la lectura es una misión que puede desarrollar el vínculo con los niños. Con este fin, desde la Academia Americana de Pediatría, se dan varios conceptos con los que los padres pueden comenzar a trabajar en este sentido. Así será mucho más fácil el desarrollo de la lectura entre los más pequeños.
Decálogo para la lectura
La Academia Americana de Pediatría indica el siguiente decálogo para conseguir que los hijos se enamoren de la lectura:
Dar ejemplo de buenos hábitos de lectura. Si los niños ven que sus padres leen, es más probable que tomen un libro ellos mismos.
Leer juntos antes de ir a la cama. Los padres deben compartir momentos agradables juntos al final del día. La lectura en voz alta ayuda a los niños a dar vida a las palabras y a hablar sobre la historia juntos.
Conseguir un carné de biblioteca. La mayoría de las ciudades y barrios ofrecen el acceso gratuito a bibliotecas. Algunas de ellas tienen programas de lectura con juegos que hacen de la lectura una actividad, todavía, más atractiva.
Leer lo que ellos leen. Los padres deben seguir los intereses de sus hijos manteniéndose al tanto de lo que los más pequeños leen. Esto lo hará divertido y les permitirá hablar sobre algo agradable.
Participar en actividades, tales como préstamos de libros electrónicos y momentos de historias virtuales.
Toda lectura es una buena lectura. Los padres deben hacerles saber a los niños que la lectura es maravillosa sin importar el tema que les interese. Todo vale: ficción, biografías, revistas para niños, libros de historietas.
Crear un rincón para la lectura. Un lugar acogedor y confortable en su hogar puede convertirse en una «zona de lectura» para la familia.
Que los niños lean con amigos. Un club del libro con amigos puede brindar a los niños una forma de compartir y aprender sobre diferentes opiniones. Los niños pueden hablar sobre una lectura en concreto, sus personajes favoritos o qué otro final podría haber tenido el libro.
Mantener los libros cerca. Si hay siempre un libro al alcance de su mano, es más probable que los niños tomen uno y lo lean, al menos por unos minutos a la vez.
Viajar con material de lectura. Los padres deben llevar libros cuando viajen ya sea de vacaciones o en situaciones, por ejemplo, o cuando van a esperar a un médico.
Un regalo que perdura. Los amigos y familiares pueden regalar libros para un cumpleaños o un festivo. Pueden personalizarlo si le piden a quien se lo regala que les escriba un mensaje en la anteportada del libro. Su hijo puede apreciar el libro y el mensaje de un ser querido durante los próximos años.
Damián Montero
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