La familia tiene un papel fundamental en la educación de los hijos. Para educar en la igualdad a todos, niños y niñas, hay que huir de esterotipos de género porque marcan comportamientos a corto, medio y largo plazo.
Cada acción y cada palabra de los padres tiene una consecuencia y nos corresponde educar con el ejemplo, conviene dejar de lado las conductas sexistas, aceptar la individualidad, enseñar las tareas del hogar tanto a los hijos como a las hijas, entre otras cosas.
Las actitudes con mayor carga afectiva y las apelaciones a la responsabilidad suelen estimular más a las niñas, así como las invitaciones a la reflexión. Los chicos suelen responder mejor ante los estímulos dirigidos a la superación personal y el liderazgo.
Consejos para una educación en igualdad efectiva
1. Nunca nos tenemos que dejar llevar por los comportamientos generales que se atribuyen a un niño o a una niña porque por encima de todo, hay que tratar y educar a cada hijo individualmente, conociendo sus circunstancias personales.
2. Tus hijos deben saber que, fisiológicamente, las niñas maduran antes que los niños a estas edades. Tienen que saber que la naturaleza es así. Eso no significa que los niños «sean unos niñatos infantiles» y las niñas «unas viejas prematuras».
3. Si tu hijo varón se siente acomplejado porque va detrás de una niña de su misma edad en cuanto a notas o a crecimiento físico, tiene que convencerse de que no importa, que ya se igualará a ella y que cada uno tiene su ritmo. Eso no quiere decir que sea inferior ni que, en aras de demostrar su superioridad, tenga que llamar la atención siendo un maleducado o comportándose de forma brusca.
4. Tu hijo tiene que realizar las mismas tareas en casa que tu hija: no hay trabajos domésticos «de niños» y otras «de niñas», al igual que no hay actividades deportivas «de niños o niñas». Siempre hay que educar a los chicos y a las chicas con la misma justicia e igualdad de oportunidades.
5. En casa, sería muy bueno y además divertido, que entre todos, padres e hijos, se propiciaran conversaciones en las que se destacaran las diferencias e igualdades que hay o ven entre los niños y las niñas. Seguro que a tus hijos les servirá para conocer un poco más al sexo opuesto. Se trata de que reflexionen por qué son distintos en muchas cosas, e iguales para recibir la misma educación y formación, teniendo en cuenta siempre las circunstancias personales de cada uno.
Alejandra Márquez
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