Las vacaciones de verano se traducen en mucho tiempo libre. Aunque a la vuelta al cole pueda parecer que se han hecho cortas, lo cierto es que, si se aprovechan bien, pueden hacerse muchas cosas. Por ejemplo, aprovechar para aprender algo nuevo. De hecho, esta es una opción igual de divertida como las otras. ¿No nos crees? Eva Gómez, tutora en GoStudent, aporta varios consejos para demostrar que esta afirmación es real.
Aprender en verano no solo es dedicarse a todas aquellas asignaturas que se pusieron difíciles, o comenzar a preparar el nuevo curso escolar. También puede servir para el desarrollo de alguna habilidad muy importante en el currículum académico de los hijos, como puede ser un nuevo idioma, o impulsar el nivel de lectura. Da igual el objetivo, lo importante es pasarlo bien mientras se persigue esta meta.
Cinco consejos para que aprender en verano sea divertido
¿Y cómo conseguir que el aprendizaje durante las vacaciones de verano sea algo divertido? Eva Gómez sugiere los siguientes puntos:
1. No tenéis por qué aprender sentados. Es importante mostrar a los niños que aprender no siempre significa estar sentado durante horas frente al escritorio, o el pupitre. «Llévate libros de vacaciones, visita museos o utiliza la naturaleza como entorno de aprendizaje», sugiere Eva. «Por ejemplo, pueden identificar plantas, observar estrellas o hacer experimentos sencillos». Esto convierte el aprendizaje en un proceso activo y variado que, además, puede ser divertido.
2. Los intereses del niño, siempre por delante. Los padres deben centrarse en los intereses de sus hijos a la hora de aprender y no sólo en las notas escolares. «Pregunte a su hijo qué le gustaría aprender o descubrir», aconseja Eva. «Por ejemplo, si a tu hijo le gusta cocinar, puede aprender mucho sobre matemáticas, química e incluso lenguas extranjeras en el proceso».
3. Las vacaciones también son para relajarse. Aunque el tiempo del verano pueda antojarse como una época perfecta para el aprendizaje, tampoco hay que olvidarse de que las vacaciones son para relajarse y recargar pilas de cara al nuevo curso escolar. También es necesario jugar, desconectar y encontrar el equilibrio con el resto de obligaciones.
4. Aprender es divertido. Los padres no deben transmitir la sensación de que el aprendizaje es obligatorio, o fruto de un castigo por culpa de unas malas notas. «Permite que tu hijo aprenda jugando. Integre el aprendizaje en las actividades cotidianas y conviértelo en una experiencia compartida», recomienda Eva.
5. Celebrar los éxitos. Si los hijos consiguen aprender algo durante este verano, o mejoran alguna habilidad, es el momento de celebrarlo. Los padres deben destacar el esfuerzo que sus hijos han puesto en todo este tiempo y hacer hincapié en que pueden seguir desarrollándose.
Damián Montero
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