Un regalo no es algo que tomarse a la ligera. Podría pensarse que es tan sencillo como comprar aquello que haga más ilusión a los niños y ya está. Sin embargo, hay que tener en cuenta otros factores como la utilidad del presente, o el no caer en el constante capricho que hace que los más pequeños de la casa no conozcan la importancia de los valores detrás del detalle.
Los profesionales del Hospital Sant Joan de Déu recuerdan que la Navidad es una época muy esperada por los niños debido a que son fechas en donde se reciben regalos, dejando de lado la otra cara de esta época como los sentimientos de amor, felicidad y la importancia de la familia. Elegir los presentes para apartarse del sentido materialista es muy importante y para ello se brindan varios consejos.
Los regalos adecuados
Hay que tener cuidado con aquello que se escribe en la carta a los Reyes Magos para encontrar el equilibrio entre diversos factores. El primero para saber qué es adecuado para los hijos es tener en cuenta las preferencias de los mismos. A la hora de empezar a elegir los presentes de estas fechas, habrá que estar cerca de los niños para saber sus gustos y que estén presentes en la misiva a sus mágicas majestades.
De entre todas sus preferencias hay que decantarse por regalos que ayuden a imaginar, al desarrollo de distintas habilidades, a socializar y transmitir respeto, a la par que se mantienen activos físicamente. También se les puede invitar a que piensen en presentes no materiales y que no se relacionen con el lado materialista de la Navidad. En definitiva, una oferta variada y que cumplan con distintas funciones.
A la hora de elegir los regalos es importante no hacerlo atendiendo a campañas publicitarias o una determinada marca. Que sea caro, o «de moda«, no es sinónimo de sofisticación. Tampoco hay que intentar conseguir el cariño de los más pequeños mediante opciones caras o gastando demasiado dinero. Es mejor que despierte su ilusión a comprar amor.
En cuanto a los regalos tecnológicos, no hay que tener miedo en apostar por ellos. Pero, de nuevo, hay que recordar los principios de utilidad y funciones que cumplen. También hay que apostar por opciones que permitan a los padres tener un control sobre los dispositivos y limitar el acceso a ciertos contenidos. También hay que acompañar estos presentes con su correspondiente lección y valores.
El equilibrio en los regalos
A la hora de hacer la carta a los Reyes Magos hay que poner ciertos límites. No por una mayor cantidad el niño será más feliz. Un exceso puede provocar un estado de hiperexcitación que provoque no disfruten de los mismos y se pierda el sentido detrás de los presentes. Y es que se pasará de uno a otro, sin centrarse en ninguno de ellos, haciendo que no se valore el coste de los mismos.
Los niños hiperregalos nunca están contentos y no son capaces de apreciar lo que reciben. Pueden llegar a ser niños permanentemente insatisfechos y con una baja tolerancia a la frustración. En cambio, no hay que imponer una baja lista de presentes con la excusa de que «aprecien lo poco que tienen«. Los juguetes favorecen el psicodesarrollo de los hijos.
Los niños también se comparan continuamente con los demás. Esto puede hacer que se sientan menos que el resto. Si bien no hay que comprar para que se sientan queridos, hay que hacerles ver que no relacionen el número de regalos con su valía, ni con el cariño que se les tiene. Nunca hay recurrir a las amenazas de que los reyes no traerán nada ya que los presentes no son premios.
Damián Montero
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