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Comunicación con el niño de 1 a 2 años, cómo mejorarla

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Cómo mejorar la comunicación con niños pequeños.

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La comunicación es una de las herramientas fundamentales en el desarrollo de toda familia. Incluso con los más pequeños de la casa es muy importante mantener una relación fluida en donde todos se conozcan y se compartan impresiones, sentimientos o algo tan sencillo como contar qué tal ha ido el día. Pero, ¿cómo mantener este vínculo con aquellos que todavía no dominan estas destrezas?

Desde la Fundación Nemours se ofrecen varios consejos para potenciar la comunicación con los más pequeños de la casa aunque estos todavía no dominen las habilidades necesarias para hacerlo como una persona adulta. Estos son algunos consejos para poder mejorar la relación con los niños de 1 a 2 años, aunque estos quizás no puedan expresarse con total soltura.

La comunicación en los más pequeños

¿Cómo se comunica una persona que todavía no domina las habilidades que poseen los adultos? Desde la Fundación Nemourse indican que hacia el primer año de vida los hijos ya han dicho sus primeras palabras, aunque es posible que algunos niños retrasen el dominio del lenguaje hasta que consiga controlar por completo su aparato motor.

Aunque pueda parecer que conocen numerosas palabras, sólo sabrán el significado de algunas de las más básicas como «papá» o «mamá«. Otro de los mecanismos que emplean los niños a estas edades es señalar aquello que quieren, un ejemplo es indicar con el dedo un alimento y acto seguido llevarse el dedo a su pecho haciendo saber a sus padres que quieren comerlo.

Los responsables de la Fundación Nemours adelantan que si bien los más pequeños no pueden recitar palabras, sí entienden lo que sus padres les dicen. Los adultos deben tener en cuenta este hecho a la hora de dar órdenes a sus hijos, en especial cuando estos se porten mal y se busque poner fin a este comportamiento.

Cómo saber qué quieren decir

Como ya se ha dicho, a estas edades el dominio de las habilidades lingüísticas es escaso. Por ello, incluso, en algunas ocasiones los más pequeños se inventan palabras para definir un elemento. En otras ocasiones se recurre a algunas onomatopeyas para que los niños relacionen el sonido con un concepto, el mejor ejemplo es «guau» para referirse a un perro o «pío» para un pájaro.

También se puede aprovechar el hecho de que los más pequeños señalen aquellos elementos que quieren para hacer que conozcan nuevas palabras. Por ejemplo, si señala la botella de leche, los padres pueden preguntarle: «¿leche?», si el niño asiente, éste comenzará a comprender que aquello que quiere tiene nombre propio.

Los padres también tendrán que estar atentos a los fragmentos de palabras que vayan aprendiendo los más pequeños. Algunos ejemplos son «pa» o «ma» cuando quieran algo de su padre o de su madre. En estos casos lo más importante es hacer que los más pequeños completen estas palabras.

Damián Montero

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