La Primera Comunión es un momento especial en la vida de los niños porque celebran su relación con Dios rememorando el momento en que Jesús compartió el pan y el vino con sus amigos, los apóstoles. En su Primera Comunión, los niños comparten por primera vez ese pan consagrado, que se convierte en el cuerpo de Cristo, y el vino, que simboliza la sangre de Jesús. Es como decirle a Jesús: «Sí, quiero estar más cerca de ti y quiero seguirte».
En la Primera Comunión, la familia y amigos nos reunimos para celebrar este momento especial, pero lo más importante para los cristianos es recordar que Jesús está siempre con nosotros, en cada paso de nuestro camino, incluso después de la Primera Comunión.
6 claves para que los niños entiendan qué es una Primera Comunión
1. Es un Sacramento, un signo de Dios que percibimos con los sentidos
Para nosotros es más sencillo entender la presencia de Cristo si, con nuestros sentidos, tenemos un signo de esa presencia. Por eso, en los Sacramentos hay un elemento físico que podemos ver, tocar, gustar, como el agua en el bautismo o el pan y el vino en la comunión.
2. Cristo actúa a través de ese signo: está presente en el pan y el vino
Ese signo actúa realmente en quien lo recibe porque Dios derrama sobre esa persona su gracia que le va a ayudar en su día a día.
3. Los niños se preparan en catequesis para conocer a Cristo antes de recibirlo
Para comprender la trascendencia de recibir al Señor, los niños que van a recibir la Comunión se preparan durante varios años para conocer la vida de Jesús y comprender sus enseñanzas.
4. Limpian su corazón con el sacramento de la confesión
Tenemos que estar preparados para recibir al Señor y, del mismo modo que limpiamos la casa si vienen visitas, limpiamos nuestro corazón de pecados con otro sacramento, el de la penitencia o confesión.
5. Celebramos una fiesta para compartir la alegría de recibir a Jesús
El motivo por el que se suele celebrar una gran fiesta después de la Primera Comunión no es otro que compartir con nuestra familia y amigos la alegría por saber que esos niños están más cerca de Jesús, que lo han recibido.
6. Los regalos son sólo un recordatorio de esa alegría, no son importantes
Fruto de esa alegría, se suele hacer algún regalo a quien celebra su Primera Comunión como recordatorio de ese día, por eso no deben ser regalos excesivos y suelen estar vinculados con la vivencia del Sacramento.
Maria Solano. Profesora de la Universidad CEU San Pablo y directora de la revista Hacer Familia
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