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Cinco trucos para conseguir que los niños lean en tiempos de pantallas

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El 23 de abril celebramos el Día del Libro y, salvo honrosas excepciones, comprobamos que los niños y adolescentes cada vez leen menos, atrapados en unas pantallas que les exigen mucho menos esfuerzo mental que un libro, aunque también les dan menos satisfacciones. Este es un buen momento para mejorar los hábitos de lectura en nuestra familia.

5 trucos para que tus hijos lean

1. Deja que haya momentos en los que se aburran. Tenemos demasiado organizada la vida de nuestros hijos. Entre colegio, extraescolares y deberes, acaban tan cansados que les queda poco tiempo libre. Si les damos a elegir qué prefieren hacer en ese rato, lo más probable es que se decanten por las pantallas porque requieren muy poco esfuerzo y obtienen una sensación inmediata, aunque pasajera, de placer. Para que se enganchen a la lectura es bueno que haya ratos en los que no tengan nada mejor que hacer. Eso implica que las pantallas no sean una opción.

2. Instaura el hábito de leer antes de dormir. Recuerda que la mayoría de los pequeños hábitos que han ido adquiriendo tus hijos no son fruto de un razonamiento exhaustivo ni de una plena convicción, son simple repetición. No se lavan los dientes porque sepan mucho de caries y enfermedades gingivales sino porque les hemos repetido que se los deben lavar. No se van a dormir temprano porque entiendan los ciclos circadianos o valoren positivamente la necesidad de regeneración celular. Simplemente se acostumbran a irse a dormir a tal hora. Aprovechemos esta capacidad de adquisición de hábitos para que se acostumbren a leer un rato antes de dormir hasta que sea tan natural para ellos que les cueste dormir si no leen.

3. Leed juntos en el salón, cada uno su libro. Si conseguimos instaurar el hábito de lectura y lo compartimos en algún lugar común de la casa, conseguiremos que sea una tradición de la familia y que no se planteen abandonar la lectura a cambio de una pantalla. Además, al leer en un momento distinto de la hora de dormir, se vincula esta actividad con el ocio y el tiempo libre, con algo que resulta agradable y que nos mantiene unidos.

4. Da ejemplo: que te vean siempre con un libro. Aunque no tenemos nada que objetar a los libros digitales, muy útiles en determinadas circunstancias porque son cómodos y no pesan, cuando estamos con nuestros hijos es mejor que nos vean con un libro en papel porque que sean plenamente conscientes de que estamos leyendo. Cuando leemos en el móvil o en una tableta, nuestros hijos no saben si estamos leyendo o si, como estarían haciendo ellos, estamos viendo vídeos en alguna red social. Así que conviene forzar la lectura en papel para dar buen ejemplo y diferenciar.

5. Regala libros y dedícale un rato a elegirlos. De la misma manera que le prestamos atención a lo que comen, a cómo se visten o a lo que ven en las pantallas, la inversión en tiempo que hacemos para buscar las lecturas más adecuadas para nuestros hijos dará réditos asegurados. Podemos guiarnos por las recomendaciones que nos hagan en el colegio, si su línea de pensamiento es similar a la nuestra. También hay publicaciones específicas dedicadas a la educación y a la paternidad que nos ayudan a elegir. Y una vez que hayamos acertado con un libro, conviene fijarse en la editorial y tenerla como referencia para el futuro. En la compra en proximidad, una buena librería de referencia es la clave.

María Solano Altaba. Directora de la revista Hacer Familia. Profesora de la Universidad CEU San Pablo

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