Los juguetes son la herramienta que tienen los niños para dejar volar su imaginación, divertirse, conectar con sus amigos, aprender… Y es que jugar no solo es el pasatiempo preferido de los niños, es una actividad necesaria para su aprendizaje. Pero, ¿cuáles son los rasgos y elementos que permiten al juguete cumplir su función principal?.
Tal y como explica Sonia Pérez, experta en educación y responsable de contenidos pedagógicos de Imaginarium, «los juguetes deben procurar en los más pequeños el aprendizaje de valores y nuevas habilidades, de una forma entretenida y divertida».
5 elementos clave que no pueden faltar en el juguete perfecto
Estas son las 5 características de los juegos y juguetes perfectos que van a permitir a los niños desarrollar sus capacidades según su edad, estimulando sus sentidos y motivando su capacidad de aprendizaje, el juego seguro y el fomento de la actividad física.
1. Adaptados a la edad. Los juguetes que reciben los niños deben estar adaptados a su edad. Resulta contraproducente dar a los niños un juguete que está diseñado para una edad superior o inferior porque no va a cumplir su función de estimular las habilidades del niño en función de su edad. Cuando el juguete está diseñado para una edad inferior a la del niño no va a conseguir despertar su curiosidad y si está diseñado para una edad superior no va a despertar su interiés sino frustración al no entenderlo o saber manipularlo. También es importante tener en cuenta que su diseño ergonómico debe estar adaptado al nivel de psicomotricidad del niño.
2. Objetivo de juego concreto. Cada juguete debe tener una finalidad, un objetivo para que le niño pueda desarrollar la estrategia necesaria para conseguirlo. Gracias a este desarrollo estratega los niños aprenderán a ser más autónomos y disfrutar de la satisfacción de lograr la meta propuesta.
3. Estimulación de los sentidos. Para conseguir estimular los 5 sentidos fisiológicos, y los otro cuatro restantes que son la temperatura, el sentido de la orientación, el sentido del equilibrio y el kinestésico (percepción del movimiento a través de los órganos sensoriales, los juguetes pueden desarrollar una función multisensorial. Los juguetes multisensoriales hacen que el juego sea más completo y aporta más al desarrollo de las habilidades del niño. Por ejemplo, un patinete o un set de patines ponen en funcionamiento la vista, el oído, la temperatura, el equilibrio, el sentido de la orientación y el kinestésico.
4. Calidad y seguridad. Los juguetes seguros son los que han sido sometidos a evaluaciones y controles de seguridad, cumplen con la Directiva Europea de seguridad del juguete 2009/48/CE y tengan el certificado CE que acredita que, tanto el producto, como los materiales que lo componen son seguros. Y es que los juguetes, además de demostrar que son resistentes al uso y al paso del tiempo, también deben estar fabricados con materiales de calidad, no deben contener piezas que se desprendan o resulten un peligro para los menores de 3 años.
5. Fomento de las relaciones sociales y la actividad física. La dimensión social del juguete, ya sea compartiéndolo con los amigos en el parque , en el cole… o con los padres aporta muchos beneficios para los niños. Este tipo de juguetes que fomentan los juegos colectivos y la actividad física evita el sedentarismo.
Marisol Nuevo Espín
Asesoramiento: Sonia Pérez. Experta en educación y responsable de contenidos pedagógicos de Imaginarium
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