Algunos comportamientos o conductas de los niños, como los caprichos infantiles que nos desagradan, son consecuencia de lo que los padres hacemos por ellos, sin darnos cuenta. Descubre si estás consintiendo demasiado a tus hijos.
Inmersos en una sociedad que gira a una velocidad vertiginosa, los padres además de educar a sus hijos tienen que trabajar, llegar a fin de mes, organizar el hogar, cuidar y estar atentos de sus familiares más mayores, y un sinfín de quehaceres que en determinadas ocasiones llevan consigo prestar menos atención a sus hijos. No porque no quieran, sino porque el tiempo no se lo permite. En consecuencia, algunos padres desarrollan un rol permisivo, y para no enfrentarse con sus hijos, les consienten todo tipo de caprichos infantiles.
Esta conducta, aunque a priori cree un clima de bienestar en casa al no discutir cuando el niño en cuestión tiene algún capricho en mente, a la larga genera una gran cantidad de problemas, tanto para él mismo como para sus padres. Estos niños pueden convertirse en hijos sobreprotegidos y caprichosos, a los cuales les faltará valentía y cuando escuchen un «No» se sentirán frustrados, porque habrán crecido teniendo todo lo que han deseado. Tal y como proponen Bárbara Sotomayor y Alberto Masó en su libro: Padres que dejan huella. Cómo ganarse la autoridad y ser el líder de tus hijos.
Probablemente, estos niños en el futuro huirán de la realidad, al ser el mundo un lugar cruel, en determinados aspectos, y no saber reaccionar en los momentos que sus caprichos no se cumplen. Además es posible que se refugien en fantasías, desearán no crecer e idealizarán a las personas.
Los caprichos infantiles en fechas señaladas
El principal consejo radica en darles la oportunidad de conocer el fracaso, dado que de los errores se aprende más que de las victorias. Es muy importante no enfadarse ni hacerle sentir menospreciado cuando se ha equivocado, sino hablar y razonar con él, explicándole cómo debe actuar en el futuro para no cometer el mismo error. Analizando y procurando que el niño de manera autónoma aprenda de su error. Ya que en ningún caso tu hijo debería frustrarse ni sentirse infravalorado.
Se debe buscar un punto medio educando de tal manera que tu hijo sepa aceptar los noes, y celebrar y agradecer el, sí. Dado que si se llega al extremo de negarles cada capricho, se llegará al mismo nivel de frustración. Los niños tienden a ser caprichosos, y estando inmersos en una sociedad consumista es normal que quieran más y más cosas, ya que la publicidad influye tanto en los niños como adultos, incitando a adquirir productos. Por lo tanto, si tu hijo te pide muchos juguetes, entiende que es un niño, y que poco a poco debe aprender a decirse él mismo que no.
Un truco muy efectivo consiste en darles esos «caprichos» en fechas señaladas, es decir, si tu hija te dice «Quiero este nuevo juguete, que todas mis amigas lo tienen y yo soy la única que no». Frente a este tipo de frases se puede responder «¿Por qué no se lo pides a los Reyes Magos o esperas a tu cumpleaños?». De esta manera tu hija sabrá valorar el juguete cuando se lo regales, y aprenderá que cada capricho cuesta un esfuerzo, y no todo es inmediato.
Además no se debe olvidar que los niños tienden a exagerar con el «todos mis amigos lo tienen y yo soy el único/a que no» intentado crear en los padres un sentimiento de culpabilidad, al ser los únicos en el colegio a los que no les han permitido ese capricho. Una exageración típica de todo niño y adolescente.
Trucos para que tus hijos no sean caprichosos
1. Exige: Exigir es una manera de enseñar a los niños el valor del esfuerzo. Esforzarse por conseguir lo que uno quiere tiene tanta importancia durante la infancia como en la edad adulta y ayuda a rendir más y de manera eficiente.
2. Dedícales tiempo. En primer lugar para que entiendan la importancia de la espera, y les eduques de tal manera que aprendan a valorar.
3. Muestra dominio de ti mismo. Si te vas de compras cada fin de semana y te compras lo último que sale, no te sorprendas si a tus hijos les sucede lo mismo con los juguetes que ven en televisión. Los excesos de los padres no suelen otorgarnos autoridad o reconocimiento, y en los niños suelen causar insatisfacción al no valorar el regalo, porque lo considerará como una obligación por tu parte, no como una recompensa.
4. Enseña a tus hijos a aceptar las contrariedades. Esta actitud positiva les permitirá en el futuro saber aceptar las frustraciones de la vida y no venirse abajo cuando no consiguen lo que quieren. Tú eres su mayor ejemplo.
5. Sinceridad ante todo. Nunca mientas a tu hijo, la mentira destruye la confianza.
6. Respeta las normas. El respeto de estas permite la convivencia, muchas veces ante las contrariedades de la vida, son los padres los que adquieren una actitud permisiva y les dan caprichos a sus hijos pensando que de esa manera frenarán su tristeza por un acontecimiento sucedido que ha entristecido a su hijo. Si se había pactado comprarle un juguete a tu hija por su cumpleaños, pero está muy triste porque se ha enfadado con una amiga, regalárselo antes de tiempo no hará que se sienta mejor. Lo que necesita es tu apoyo y contarte todas sus preocupaciones.
Natalia Pérez García
Asesoramiento: Bárbara Sotomayor y Alberto Masó, autores del libro: Padres que dejan huella. Cómo ganarse la autoridad y ser el líder de tus hijos.
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