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Cambio de colegio, ¿cómo evitar que tus hijos lo sufran?

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El cambio de colegio puede ser una experiencia complicada para los niños. Este nuevo episodio significa, entre muchas cosas, el cambiar de amigos, de entorno, de profesores, de hábitos y de rutinas. Sin embargo, aunque como seres humanos es natural que sintamos incertidumbre ante los cambios, si sabemos gestionarlo adecuadamente, podemos convertirlo en algo positivo.

Realmente, existen diversos motivos por los que los padres pueden plantearse cambiar de colegio a sus hijos: porque busquen mejoras o vean un programa educativo más amplio, entre otros. Sin embargo, en muchas ocasiones suelen ir acompañados de cambios familiares, de hogar o de residencia. Por ello, si no sabemos gestionar la situación adecuadamente, el bienestar emocional de nuestros hijos podría llegar a verse afectado.

A priori, estos procesos pueden llegar a traer consigo momentos de estrés y miedo para los niños. Por ello, necesitarán nuestra preparación previa y todo nuestro apoyo y comprensión en cada momento. Y es que, empezar de cero casi nunca es fácil (para nadie), sea en el contexto que sea, lugar o edad.

Por todo ello, es necesario que este cambio se realice de la manera más llevadera posible. Para ello, es importante fortalecer la comunicación con ellos y que entiendan que es un proceso complicado, pero a la vez estimulante ya que conlleva nuevas oportunidades para un futuro mejor.

5 consejos para la adaptación a un nuevo colegio

Consejos para evitar que los niños vean el cambio de colegio o de residencia como algo negativo en sus vidas:

– Hazles saber desde un principio esta decisión: Los cambios son parte de la vida, y apoyar a nuestros hijos durante este proceso es crucial. Potenciar la comunicación es un factor clave para hacer frente a estas situaciones. Un punto de partida importante en este proceso es comunicar lo que permanece igual y anticipar lo que será nuevo. En otras palabras, comience con un punto de referencia familiar y «construya un puente» hacia un futuro diferente y a la vez positivo.

– Ten presente sus sentimientos: recordemos que es un nuevo comienzo en el que nuestros hijos pasan por muchas emociones antes, durante y después del cambio de colegio o residencia. Es común tener sentimientos encontrados donde un día se sienten felices y entusiasmados, y al día siguiente se sienten tristes y desolados. Por ello, tenemos que reforzar la empatía y la paciencia, validando sus sentimientos y siendo un apoyo para ellos.

– Hazles partícipes de la decisión: hablar sobre este tema les ayudará a ir perdiendo el miedo al cambio progresivamente. Dejemos que nuestros hijos sientan que pueden preguntarnos todo, y que podemos responder a todas sus preguntas e inquietudes. Ser honesto y abierto con ellos les ayudará a sentirse seguros, a tener mayor autoconfianza y a estar mejor preparados para el cambio. Aclaremos sus dudas y hagámosles saber qué decisiones pueden tomar en esta nueva vida, como, por ejemplo, qué actividad extraescolar les gustaría practicar.

– Mantener el contacto con su entorno anterior: esto es importante de cara a que nuestros hijos no se autoaislen. Además, mantener el contacto con sus amigos y sus personas de confianza hará que no se sientan solos durante este proceso y que entiendan que pueden mantener sus amistades, aunque cambien de entorno, manteniendo así presente una parte importante de sus vidas.

–  Hacer énfasis en lo positivo: Puede ocurrir que nuestros hijos al enterarse de un cambio de colegio o de residencia se enfoquen solo en los aspectos negativos. Por este motivo es esencial centrarse en todas las cosas positivas que este traslado pueda tener, como, por ejemplo: tener más amigos o conocer nuevos lugares. Además, comentarles qué características tiene el colegio nuevo que les llamen la atención para que no se resistan a ir, como que éste sea más grande o tenga más actividades interesantes y novedosas.

Es importante recordar que todo es temporal. La vida, desde que nacemos, está llena de cambios que, muchas veces, ni siquiera vemos venir. Por ello, es importante saber gestionarlos de la mejor manera posible. Si al principio ésta es una situación complicada, no olvidemos que, con las estrategias correctas, el período de adaptación resultará favorable tanto para ellos como para nosotros.

Por último, debemos recordar que el bienestar de los niños es en gran medida un reflejo de sus padres. Con los niños, no se trata de lo que predicas, sino de cómo actúas. Si estás en un buen lugar, ellos están ahí con nosotros.

Marina Berrio
Asesoramiento: International College Spain (ICS)

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