Para una buena coordinación es necesario la madurez del sistema nervioso y la continua repetición de ejercicios. Y esto, ¿cómo se consigue? Practicando con el balón. Los deportes de balón y pelota tanto los que se practican con las manos como con los pies desarrollan una buena coordinación en los niños y constituyen un aprendizaje de orden superior como la lectura y la escritura.
A medida que los niños crecen, necesitan ir adquiriendo una coordinación adecuada de todas las partes de su cuerpo. Es imprescindible, por ejemplo, para realizar cualquier deporte en el futuro. El simple hecho de dar una patada a un balón supone toda una serie compleja de procesos: desde acertar al balón sin caerse, hasta chutar con una intensidad y dirección adecuadas.
Gozar de una buena coordinación significa poder utilizar y mover las diferentes partes del cuerpo con soltura, es decir, que los niños sean capaces de controlar. Todos tenemos en mente cómo los niños pequeños no son capaces, al principio, de realizar ciertos movimientos (saltar, por ejemplo) porque aún no saben cómo poner en común todos los movimientos que hacen falta.
Para que los niños se muevan sin dificultades y logren así una buena coordinación hace falta que adquiera un conocimiento y un dominio de su propio cuerpo; que aprenda a moverse en un espacio determinado; y que aprenda a realizar una serie de movimientos sucesivos, unos detrás de otros.
Habilidades básicas para adquirir coordinación
Estas adquisiciones son importantes ya que los niños pequeños tienen que ir pasando desde un estado de postración absoluta, cuando es un bebé, a una postura erecta, primero. Luego ejecutará movimientos importantes como andar, correr, saltar, subir y bajar escalones…, necesarios para el deporte, por ejemplo. Para llegar aquí son fundamentales dos aspectos: la maduración de su sistema nervioso y que haga ejercicios en los que ensaye movimientos, fallando hasta lograr el objetivo.
Un segundo paso de la coordinación consiste en adquirir destrezas más complejas y sofisticadas, como lanzar una pelota con puntería, golpear una pelota que viene rodando o por el aire… Estas adquisiciones son fundamentales para aprendizajes de orden superior como la lectura y la escritura o para el manejo de pequeños instrumentos.
Cuando el niño consigue habilidades en el movimiento, experimenta sensaciones de dominio, de autoestima, etc. y favorece su equilibrio emocional. También tiene repercusiones para concentrarse y para relacionarse con los demás. Un elevado número de fracasos escolares están relacionados con una falta de desarrollo del movimiento y de la coordinación.
El balón en el desarrollo de la coordinación infantil
Existen muchos ejercicios para estimular y desarrollar la coordinación de nuestros hijos, pero si utilizamos un balón o una pelota como instrumentos tendremos el éxito asegurado. Los chicos y chicas se sienten especialmente atraídos ante este elemento de juego.
Los ejercicios con el balón pretenden desarrollar los dos tipos de coordinación que se dan en el hombre: la coordinación motriz (o dinámica) y la visual (o visomotora).
Coordinación motriz
La coordinación dinámica o motriz es la posibilidad que tenemos de ejecutar acciones poniendo en funcionamiento una serie de órganos y de músculos. Como resultado de la acción organizada de esos músculos y órganos se logran unos gestos y unas acciones precisas, ajustadas a los objetivos que nos proponemos. Así, una buena coordinación consigue, por ejemplo, que nuestras manos se junten cuando queremos dar una palmada. Los tres ejercicios de coordinación dinámica, por excelencia, son: la marcha (andar), la carrera y el salto.
Coordinación visual
La coordinación visual es la que permite ciertos movimientos ajustados por el control de la visión. Es decir, la visión de un objeto en reposo o en movimiento provoca la ejecución precisa de movimientos (ajustados a su peso y dimensión) para cogerlo, golpearlo, etc.
Este tipo de coordinación se concreta fundamentalmente en la relación que se establece entre la vista y la acción de las manos y los pies. Su desarrollo tiene una enorme importancia en el aprendizaje de la escritura, por lo que supone de ajuste y precisión de la mano. Las actividades básicas de la coordinación visual son lanzar, recibir y golpear. Este campo es el ámbito privilegiado de utilización de pelotas y balones.
Beatriz Bengoechea
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