La amistad es uno de los asuntos más importantes en el desarrollo de un niño. Los más pequeños pasarán gran parte de su vida junto a este grupo en donde aprenderán numerosos valores y disfrutarán de grandes momentos. Pero, ¿qué ocurre cuando el menor no es aceptado por sus allegados? ¿Qué pasa si el pequeño no es admitido en ningún círculo quedando excluido de estas actividades?
El sentimiento de rechazo puede tener graves consecuencias no solo en la autoestima de los más pequeños. La falta de pertenencia a un grupo de amigos hace que el niño no desarrolle sus habilidades sociales y al crecer no sepa interactuar de modo correcto cuando se relaciona con otras personas. Por este motivo los padres deben ayudar a sus hijos en estos momentos.
El origen del problema
Los padres deben atender a qué está provocando que sus hijos estén quedando fuera de los grupos de amigos. Lo más habitual es que esta exclusión se produzca por diferencias con los compañeros: gustos distintos, un aspecto físico diferente o una forma de ver la vida que no se adapta a las del resto. Una tendencia que se va incrementando con el paso e los años.
El primer paso es ver si esta exclusión en los más pequeños es más grave y no esconde detrás un caso de acoso, que habría que poner en conocimiento de los profesores y autoridades. Lo segundo es hablar con el niño sobre esta situación y hacerle ver que no está solo, que junto a él tiene una familia que lo apoyará y lo querrá. Una vez dejado claro esto toca hablar sobre sus amistades.
Los padres deben animar a los más pequeños a buscar a otros como él para que pueda encajar en un grupo. En este punto, se puede pedir ayuda al resto de progenitores para organizar quedadas donde los niños jueguen y vean hasta qué punto tienen cosas en común. Lo que nunca se debe aceptar es permitir que los hijos se queden en casa solos ya que esto terminará por hacerlos introvertidos y al no desarrollar sus habilidades sociales, será más difícil en el futuro poder formar su propio grupo de amigos.
Cómo actuar en estas situaciones
Si los padres advierten que su hijo no cuenta con su grupo de amigos, estos son algunos métodos para ayudarlos en esta situación:
– Hablar con el profesor. Los padres pueden pedir una tutoría con los profesores para que estos en el colegio cuiden de hacer actividades que fomenten el contacto del niño con sus compañeros y a través del juego conseguir este grupo de amistades.
– La familia ayuda, pero no sustituye. La familia puede brindarle todo el apoyo, comprensión y amor que el niño precise. Pero no puede sustituir a los amigos. Los padres no pueden formar parte de este círculo ya que las funciones sociales de estos no pueden ser asumidas por un progenitor.
– Apuntar a cursos y actividades. Una buena forma de conocer a otros niños es acudir a cursos y actividades. Los menores disfrutarán de estos momentos y conocerán nuevos compañeros con los que encajar.
– Fomentar la empatía. En ocasiones el niño no encaja porque se encierra demasiado en su mundo y no conecta con el resto. Los padres deben fomentar la empatía y hacerle ver que no siempre puede llevar la razón.
– No aceptar la amistad a cualquier precio. En ocasiones encontrar la amistad puede suponer que el niño acepte situaciones que no le convienen, como por ejemplo ser siempre el que invite o ser el objeto de las burlas del grupo. Los padres deben recordarles que un amigo no se comporta de esta forma.
Damián Montero
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