Mantenerse en activo es una obligación tanto para adultos como para niños. Elegir la práctica de algún deporte o actividad para conjugar diversión y ejercicio es la mejor forma de no aburrirse en estas prácticas. El abanico es amplio: baloncesto, fútbol, patinaje, natación e incluso artes marciales, una actividad muy atractiva debido a su exposición en filmes de acción y que despierta la curiosidad de muchos menores.
De este modo muchos padres apuntan a sus hijos a clases de artes marciales sin saber el potencial peligro que puede suponer esta práctica para los más pequeños. Así lo alerta la Academia Americana de Pediatría que advierte a los adultos de las posibles lesiones derivadas de estas actividades.
Artes marciales sin contacto
Según este organismo el problema viene de aquellas artes marciales que suponen un contacto físico entre los niños, aquellas que se basan en el combate de dos oponentes y que son las más atractivas para los más pequeños por la influencia del cine de acción.
«Hay muchos tipos distintos de artes marciales para que las familias las consideren y disfruten, pero hay una gran diferencia en el riesgo de lesión entre las distintas formas en las que no hay contacto y en las que hay combates», explica el doctor Chris Koutures, miembro del Comité Ejecutivo del Consejo de Medicina del Deporte y Forma Física de este organismo.
Peligro de lesión
Estas artes marciales basadas en el combate entre dos oponentes suelen ser bastante peligrosas para la integridad de los niños ya que en algunos casos pueden producirse lesiones como moretones y torceduras y en algunos casos más graves como roturas de algunos huesos e incluso hemorragias internas.
También hay que pueden llegar a causar conmociones en los niños, asfixia por presión en la zona del cuello y lesiones en la zona de la cabeza provocadas por los numerosos impactos que sufren los menores en esta zona. Lesiones que como indican desde este organismo no pueden evitar el equipo de seguridad que se emplea en artes marciales como por ejemplo los protectores bucales y faciales.
Además este organismo también señala que el uso de este material de seguridad provoca una falsa sensación de protección que hace que los golpes sean más agresivos y por tanto la posibilidad de lesión sea más alta. Especialmente en prácticas como el taekwondo que da puntos extra por aquellos ataques que alcancen la cabeza del rival.
Siempre usar la cabeza
Ante el potencial riesgo que tiene la práctica de artes marciales en niños, desde este organismo se recuerda a los padres la necesidad de usar la lógica antes de apuntar a sus hijos en dichas actividades. En primer lugar ser conscientes de que es posible que su hijo aún no tenga la madurez física suficiente como para soportar todos los golpes que recibirá.
En segundo lugar hacer entender al niño la diferencia entre la realidad y la ficción. Que todo eso que ve en películas lo realizan profesionales tras años de entrenamiento y que a su edad le va a ser imposible imitar a estas personas.
Damián Montero
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