Nadie nace sabiendo. Los niños dependen de sus padres para aprender muchas cosas que no se enseñan en el colegio. Valores como en el ahorro deben ser instruidos en el hogar, un entorno en donde se transmitan importantes conocimientos que hagan mejor persona a los hijos. Entre ellos el ahorro se presenta como una instrucción de vital importancia para el futuro.
La combinación de enseñanza y de juego es una buena fórmula para conseguir que los niños aprendan la lección a impartir. Herramientas con las que también se estrechará el vínculo entre los miembros de la familia.
Actividades para enseñar a ahorrar
– Recompensas. No hay mejor forma de entender el valor del dinero que ganarlo tras un esfuerzo. Los fines de semana se les puede encargar pequeños trabajos extra a los niños como acudir a comprar el pan o cualquier otro artículo cerca de casa. Si cumple con éxito, habrá una recompensa en forma de dinero. No hay que confundir estos encargos con las labores que debe asumir cualquier niño: hacer la cama, recoger la mesa, etc.
– Planear las compras. Otra actividad con la que entender el valor del dinero y del ahorro es sentarse con el niño y planificar su futuro. Puede que existan muchas cosas que el pequeño desee en los próximos meses. Se le puede animar a que haga un plan de gastos con el que contar con lo suficiente para poder adquirir lo que busca.
– Mejor casero. Los pasteles entran por el ojo y es inevitable que el niño no se enamore de uno mientras pasea por la calle. Una fantástica oportunidad de enseñarle que estas comidas si se hacen en casa saldrán más baratas. En lugar de gastar esta cantidad en una porción, mejor comprar los ingredientes, disfrutar de la cocina en familia y optar por una posibilidad más económica y saludable.
– La patata y la salsa. Este juego consiste en que el niño aprenda a distinguir entre lo que es la patata (lo esencial) y la sala (lo superfluo). Esta actividad requerirá una hoja de papel en donde se deben escribir todos los deseos del pequeño. Luego habrá que repasar y preguntar si cada elemento es «patata» o «salsa», si considera que hay demasiadas cosas imprescindibles, habrá que preguntarle por qué lo cree así y que razone si en realidad lo necesita o puede esperar.
Ahorro y responsabilidad
Enseñar el valor del dinero también inculca otros valores. Ahorro y responsabilidad se dan la mano porque los niños tiene que saber administrar sus ganancias de forma adecuada y para eso deben aprender su valía. De esa manera entenderán que gastarlo en caprichos puede provocar que no haya suficiente para adquirir productos necesarios como pueden ser los alimentos o la ropa.
Hacer entender a los niños que el dinero cuesta ganarlo y que si no se vigila el gasto tendrá consecuencias es un buen primer paso para inculcar el ahorro. Además si poco a poco el niño deposita en su hucha una cantidad de sus ganancias -una paga semanal, los regalos puntuales, un dinero que gane con trabajos esporádicos- tendrá más fácil comprar algo grande en lugar de ir gastándolo en pequeños caprichos es otra buena forma de hacerles ver el atractivo de esta práctica.
Damián Montero
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