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13 técnicas divertidas para relajar a los niños

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Las prisas, los exámenes, una presentación ante los compañeros, una discusión en casa… son situaciones que pueden generar estrés y ansiedad en los niños. Saber cómo recuperar la calma y tranquilizarse, les ayudará a mantener el control en estas situaciones y a enfrentarse a ellas desde la confianza que da saber que pueden serenarse.

Cuando los niños se tienen que enfrentar a situaciones nuevas para ellos, que resultan un desafío o les asustan, cuadno deben superar su timidez o controlar los tics y otros síntomas que están relacionados con la ansiedad, suelen ponerse nerviosos y reaccionar con llanto o con ira como una forma de liberar tensión.

Superar los desafíos de la infancia puede ser estresante y, a veces, la respiración profunda no es suficiente o puede que no sea la solución que mejor funciona para tu hijo. Cuando tu hijo necesite aliviar la tensión, prueba una de estas técnicas.

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13 técnicas divertidas para calmar y tranquilizar a los niños

Para ayudarles a manejar el estrés y la ansiedad y a que se sientan más tranquilos, podemos enseñarles unas técnicas de relajación muy sencillas. Todas funcionan, pero unas van mejor a unos niños que a otros. ¡Pruébalas con tus hijos! Elige la técnica relajante que prefieras. Además de hacer algo diferente… ¡os vais a divertir mucho!

1. Tocarnos los dedos de los pies

Durante siglos, los yoguis han comprendido el poder calmante de llevar la cabeza por debajo del nivel del corazón, también conocido como inversión. Ya sea relajándose en la postura del niño o inclinándose para tocar los dedos de los pies, invertir el cuerpo tiene un efecto restaurador, que regula la respuesta del cuerpo al estrés.

2. Visualizar un lugar tranquilo 

Visualizar un lugar tranquilo

Se ha demostrado que la visualización es beneficiosa para reducir el estrés. Pídele a tu hijo que cierre los ojos e imagine un lugar tranquilo y pacífico. Luego, guíale suavemente para que comience a crear una imagen de cómo se ve, huele y se siente al estar allí, en ese lugar que imagina.

3. Beber agua

Beber agua

Algo tan simple, como hidratarnos, puede traernos la tranquilidad que necesitamos. La deshidratación está relacionado directamente con el rendimiento mental. Beber agua cuando los niños están nerviosos les ayuda a relajarse. Haz la prueba y detecta junto a ellos el efecto calmante que esto tiene en su propio sistema nervioso.

4. Cantar en voz alta

Cantar en voz alta

Se ha demostrado que el acto físico de cantar en voz alta, incluso cuando estamos desafinado, libera endorfinas, la sustancia química del cerebro para «sentirse bien».

5.  Hacer la pose del ‘perro boca abajo’ 

Pose del perro boca abajo

Al igual que las inversiones ayudan a restablecer el sistema nervioso autónomo, la postura de yoga conocida como ‘perro boca abajo’ en particular tiene el beneficio adicional de activar varios músculos en los brazos, piernas y núcleo. Este estiramiento ayuda a los músculos a comenzar a quemar glucosa en sangre adicional que está disponible mediante la respuesta de lucha o huida del cuerpo. Hazla con tu hijo/a y experimenta el efecto calmante que provoca en ti.

6. Pintar y dibujar 

Pintar y dibujar

La pintura le da al cerebro algo en lo que enfocarse para calmar el estrés. Dale un papel y una caja de pinturas o lápices de colores… o ¡mejor! Haz que tu hijo/a trate de «pintar» con crema de afeitar en una cortina de ducha de plástico en el patio, por ejemplo. Verás que calma sus nervios y se enfoca en los dibujos que puede hacer allí. No solo limpiarlo es muy fácil, sino que tu hijo se sentirá muy bien cuando haya terminado.

7. Saltar a la cuerda

Saltar a la cuerda

Pon un cronómetro durante 2 minutos, con música de fondo y desafía a tu hijo a saltar al ritmo de la canción. Después de esta actividad, sentirá cansado y mucho más relajado.

8. Saltar alto

Saltar alto

Plantea un reto a tu hijo en forma de concurso para ver quién puede saltar más alto, más largo, más rápido o más lento. Esta es otra excelente manera de hacer algo de ejercicio para ayudar a tu hijo a desahogarse.

9. Soplar burbujas

Soplar burbujas

Al igual que soplar en un molinillo, soplar burbujas puede ayudar a tu hijo a controlar su respiración y, por lo tanto, su estado mental. También correr pinchando las burbujas es tan divertido como soplarlas.

10. Tomar un baño caliente

Tomar un baño caliente

Después de un largo día de trabajo, no hay nada más relajante que tumbarse en una bañera de agua caliente con las luces apagadas y sin interrupciones. Lo mismo ocurre con los niños. Utiliza la hora del baño como una oportunidad para ayudar a tu pequeño a relajarse de las actividades del día. Con algunos juguetes de baño sencillos apreciará su autocuidado y fomentarás la calma y la tranquilidad que produce el baño de agua caliente.

11. Tomar una ducha fría

Tomar una ducha

Si bien es todo lo contrario que un baño caliente, las duchas frías en realidad tienen un efecto reparador en el cuerpo. Las duchas frías o incluso frescas no solo reducen la inflamación en los músculos, sino que también mejoran el flujo sanguíneo y además tienen un efecto positivo, ya que mejoran nuestro estado de ánimo. Un estudio sobre los nadadores profesionales de invierno descubrió que la tensión, la fatiga, la depresión y los estados de ánimo negativos disminuían con las inmersiones regulares en agua fría.

12. Beber chocolate caliente

Beber chocolate caliente

Dale a tu hijo una taza de chocolate o leche tibia y verás como se relaja automáticamente.

13. Apagar una vela 

Apagar una vela

Enciende una vela para que tu hijo/a la apague. Luego, vuelve a encenderla y aléjalo cada vez más, para que tenga que respirar cada vez más profundamente para lograr apagarla. Esta es una excelente manera de practicar la respiración profunda, mientras jugamos.

Gabriela García González. Autora del libro La mejor coach para tus hijos ¡eres tú!,! es una referente del coaching para niños y el empoderamiento infantil y femenino. Educadora y experta en desarrollo personal integral.

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