Aunque quede muy lejana en el tiempo, aquella época de nuestra infancia en la que jugábamos entrañaba mucho más que momentos de diversión. Ahora, al llegar la vida adulta, los padres observan cómo son sus hijos quienes disfrutan de estas actividades. Pero, hay una serie de aspectos que merece la pena conocer para saber la importancia real de estas rutinas.
Desde la National Association for the Education of Young Children se recuerdan 10 cosas que todo padre debería saber que suceden mientras su hijo juega. Una buena manera de conocer la importancia de estas actividades y velar porque los niños en casa siempre encuentren su momento para dejarse llevar por estos momentos, e incluso participar de los mismos.
Todo lo que sucede cuando tus hijos juegan
El juego no es una actividad que solo proporciona diversión. También tienen lugar todo tipo de eventos:
– Los niños aprenden jugando. Durante estas actividades el niño es capaz de desarrollar habilitades cognitivas (importante para las matemáticas y la resolución de problemas), físicas (imprescindibles para una buena salud y la motricidad), vocabulario nuevo, destrezas sociales, en incluso se potencia la lectoescritura.
– Actividad saludable. Muchos juegos conllevan actividades físicas, lo que ayuda a mantenerse en forma. Por otro lado, también ayuda a distraerse y a cuidar de la salud mental.
– Jugar reduce el estrés. Los niños se divierten mientras juegan, lo que ayuda a dejar atrás el estrés y la ansiedad. Un consejo que también se extiende a los mayores.
– Jugar es más que jugar. El juego es sencillo y complejo al mismo tiempo. Y es que durante estas actividades se ponen en marcha muchos procesos en el que los niños asimilan roles, descubrir reglas y acatarlas, e incluso responsabilidad.
– Ayuda a fortalecer el vínculo. Dejar de lado los quehaceres y ponerse a jugar con los hijos es una de las mejores decisiones que se pueden tomar. Y es que pasar este tiempo en familia permite que el vínculo con los niños se fortalezca.
– Jugar ayuda a que los niños descubran el mundo. A medida que se juega el niño sigue descubriendo el mundo a su alrededor, algo fascinante para su mente curiosa y el descubrimiento de novedades cada día.
– Permite tomar el aire. Muchos juegos deben realizarse al aire libre, por lo que asegura que el niño pueda salir de casa y respirar.
– Se hacen amigos. Hay un gran número de juegos que implican la colaboración entre las personas. Esto supone un desarrollo de las habilidades sociales y de la capacidad del trabajo en equipo.
– El juego desarrolla la autoestima. Mientras se juega el niño se olvida de todo, simplemente disfruta y se siente en un entorno de seguridad. Esto favorece el desarrollo de la autoestima y la confianza en uno mismo.
– Jugar desarrolla la imaginación. A simple vista puede parecer que una caja de cartón solo sirve para guardar cosas, pero para un niño puede ser un auténtico castillo. Esto solo es un apunte de la imaginación que liberan los más pequeños mientras juegan.
Damián Montero
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