¿Sabías que el 95% de las mujeres con personas a su cargo o madres se ocupan del cuidado de hijas e hijos frente al 68% de los hombres? ¿O que el 84% de las mujeres asumen las tareas del hogar frente a un 42% de los hombres? ¿Cómo podemos organizarnos mujeres y hombres para ser realmente corresponsables en los trabajos reproductivos y domésticos?
Históricamente, y en la actualidad, las mujeres se han encargado del trabajo doméstico y de los cuidados y, cuando pudieron acceder a la educación superior y al mercado laboral, más allá del trabajo proletario (que las mujeres realizaban en casa, en el campo o la industria), conquistaron una esfera pública imprescindible para avanzar, pero desdoblándose ya que cumplen la doble o triple jornada laboral en casa mientras cargan sobre su cabeza y espaldas la responsabilidad de todo.
Muchas veces, las mujeres no son conscientes de la cantidad de carga que llevan encima cada día. Muchísimos ámbitos de la vida aumentan nuestra carga mental, pero hay personas que deben sobrellevar una mayor cantidad que otras, y está demostrado que las mujeres con obligaciones familiares sufren una carga mental exagerada respecto a sus homólogos masculinos.
¿Qué es la carga mental?
La carga mental es «la planificación, la creación de listas, el recuerdo de detalles, fechas, citas, y todo el trabajo invisible que realizamos de forma constante para organizar nuestras vidas y de las vidas de las personas que nos rodean», asegura Iria Marañón, autora del libro Libérate de la carga mental.
La mayoría de las veces no somos conscientes del peso que llevamos cada día. Estamos tan acostumbradas a estar camino del trabajo pensando en que hay que cambiar las sábanas, ir al hipermercado porque hace falta leche, huevos, detergente…, hacer la cena, llevar a la niña a clase de baile… que el trabajo invisible y constante que lleva organizar nuestras propias vidas y la vida familiar, aunque no lo parece, es el responsable del estrés.
Hay personas que sobrellevan una mayor carga mental que otras y está demostrado que son las mujeres con obligaciones familiares las que más soportan esa carga mental porque sobre ellas recae una responsabilidad exagerada respecto a sus parejas del sexo masculino.
¿Cómo liberarnos de la carga mental?
Liberarnos de esa carga mental, responsable del estrés, no es tarea fácil. Uno de los principales problemas, apunta Iria Marañón, «es la falsa libre elección. Debemos ser conscientes de que cuando una decisión personal se repite de forma general en nuestro género, seguramente es producto del sistema, no de nuestra decisión libre y personal».
Y lo explica de la siguiente manera: «¿No es demasiada casualidad que más del 80% de la excedencias que se piden para el cuidado sean de mujeres? ¿Si solo el 6% de los hombres sereduce la jornada para el cuidado de menores pfrente al 31% de las mujeres, es porque quizás no se deba a una decisión tan espontánea? Si solo el 2% de las parejas se reparten equitativamente el permiso de maternidad y en el 98% de lso casos es la madre quien asume el total de permisos de cuidados, ¿de verdad es una decisión personal y libre?»
Por este motivo, «la corresponsabilidad real -apunta Iria Marañón- es el camino para liberarnos del peso de la carga mental que soportamos las mujeres». Conciliar es cosa de todos.
Marisol Nuevo Espín
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