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El síndrome de la superwoman: el mal de las mujeres del siglo XXI

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Hoy en día para las mujeres el nivel de autoexigencia es muy alto, el ritmo de vida acelerado, y las consecuencias que todo esto nos puede traer pueden ser muy peligrosas: por esto hay que aprender a reconocer si se sufre del síndrome de superwoman o si alguien cercano padece este síndrome.

Las mujeres tienen que convivir con una carga importante de trabajo, que incluye una parte de trabajo fuera del hogar y otra más tradicional con tareas domésticas (cuidado de los niños y del mismo hogar). De hecho, el síndrome de superwoman es el nuevo mal de las mujeres de este siglo.

La búsqueda de la perfección y de la excelencia en el trabajo y el hogar son las causas principales de la aparición en los países desarrollados de este trastorno que causa síntomas físicos (dolor, insomnio o jaquecas entre otros), mentales y emocionales, elevando considerablemente el nivel de estrés diario.

¿Existen mujeres más propensas a sufrir este trastorno? ¿Cuáles son las causas y los síntomas de este síndrome? Lo hablamos con el psicólogo Juvenal Ornelas de Mundopsicologos.com, que nos explica cómo reconocer una mujer con síndrome de superwoman y nos sugiere que «pedir y dar no entiende de sexos, y ni existen los superman ni las superwoman, solo existe la buenas y buenos compañeros de viaje».

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¿En qué consiste el síndrome de superwoman?

«Este síntoma nada tiene que ver con la idea de los comic, declara Juvenal Ornelas. Ser superwoman, de una manera sencilla, sería una mujer que se ocupa de todos y de todo olvidándose radicalmente de sus propias necesidades. Está para todo, en lo profesional, familiar y de pareja, pero por ese mismo entusiasmo se olvida de sí misma en todo momento, con una intención oculta de agradar y ser aceptada en su entorno como una auténtica heroína».

El Síndrome de la superwoman, entonces, puede aparecer cuando la mujer se exige hacer a la perfección todas sus actividades diarias, tanto las que están tradicionalmente relacionadas con su género, debido a nuestros patrones culturales (como el cuidado del hogar y de los hijos), como aquellas impuestas por la sociedad o por ella misma: cumplir con expectativas profesionales y patrones de belleza.

¿Cuáles son las causas y los síntomas?

«Puede ser incluso una mujer poco reconocida en su etapa infantil y que en la edad adulta, busca el agrado siendo servicial. Es una mujer que le cuesta mostrar sus debilidades, y solo presenta una mascara de fuerza de cara al exterior, que internamente no la puede sostener. No es del todo consciente de ello, ya que se dedica a servir y lo ve como la única forma de recibir. Los síntomas suelen ser alto nivel de estrés, insomnio y ansiedad«, explica el psicólogo.

Con todo lo que esto conlleva, tanto a nivel fisiológico como psicológico. Entre los problemas fisiológicos están las molestias gastrointestinales, trastornos alimenticios, hipertensión, dolores musculares e insomnio. Entre los trastornos psicológicos y emocionales podemos encontrar ataques de ansiedad, pérdida del deseo sexual, insatisfacción, frustración, enojo, fatiga crónica, depresión.

Existen mujeres más predispuestas 

«Las mujeres más predispuestas a padecer el síndrome de superwoman son mujeres que aprenden a aparentar ser súper fuertes, sin necesidad de nadie, se auto convencen de ello y viven su propia realidad paralela como única», sigue Ornelas. Son personas que tardan mucho en acudir a un especialista para ser tratadas porque para ellas no tiene nada, es su forma de ser, ellas son así. Para que nos entendamos sería todo lo contrario a una mujer con actitud victimista, sumisa, débil. 

Se trata de mujeres que desarrollan con eficacia su trabajo y lo llevan a cabo de forma extraordinaria. De hecho, este síndrome se ve reforzado por una serie de consecuencias positivas: el placer de saborear el éxito, reconocimiento, admiración, posible alta autoestima, autoapoyo, seguridad, confianza…

¿Cuales son las consecuencias en la esfera personal, familiar y laboral? Donde es más evidente su faceta de superwoman es en lo laboral, ya que se busca el reconocimiento de manera más explícita. En el hogar y la familia, la persona no deja que otros ayuden y en la mayoría de los casos, por una creencia de que no lo harán igual o mejor que ella, siendo por ello, un entorno familiar, donde si ellas no actúan no se hace nada bien».

La epidemia del siglo XXI

«Personalmente creo que es una epidemia del siglo XXI», afirma Juvenal Ornelas. En el pasado, las mujeres no necesitaban esta máscara, eran más adecuadas la búsqueda de ayuda en los entornos familiares, y laborales. Las mujeres se ayudaban más por la «escasez» de compañeras en el trabajo por ejemplo. Se buscaba complicidad entre mujeres. Pero con los nuevos tiempos y una opinable necesidad de adquirir roles tradicionalmente masculinos, se ha tendido al error, de parecer eficientes o exigentes para todo. Donde la dulzura da paso a la amargura, donde la autoexigencia para todo no deja espacio al pedir ayuda para nada. 

Consejos para gestionar y superar el síndrome de superwoman

«El consejo en este caso para mi sería único. Ninguna mujer debe demostrar nada más que es igual de vulnerable que un hombre en todos los contextos de la vida. Somos iguales antes las cosas que nos ocurre, pero debemos siempre apoyarnos en todo momento, la búsqueda de complicidad con nuestra pareja o con nuestros compañeros debe ser la forma sana de relacionarnos, debemos pedir y dar apoyo y ayuda a los otros, sin que por ello, se crea una sensación de inferioridad ni superioridad. Pedir y dar no entiende de sexos, y ni existen los superman ni las superwoman, solo existe la buenas y buenos compañeros de viaje» concluye el psicólogo Juvenal Ornelas.

Marina Berrio
Asesoramiento: psicólogo Juvenal Ornelas de Mundopsicologos.com

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