La evolución de las parejas en las que solo trabaja la mujer ha aumentado significamente a partir del inicio de la recesión económica. El motivo principal de dicho aumento es que la crisis financiera tuvo un mayor impacto en los empleos de predominio masculino, como en los sectores industriales y de la construcción.
Hasta 2008, las parejas en las que solo trabaja la mujer representaban aproximadamente el 5% del total de parejas españolas, pero a partir de entonces la cifra empezó a aumentar, hasta que en el primer trimestre de 2013 alcanzó un máximo del 12,9%. A partir de ese año, la tasa ha ido disminuyendo paulatinamente y se ha estabilizado en torno al 10%.
Joan Garcia Román, del Centro de Estudios Demogràficos (UAB) y Premio Observatorio Social de «la Caixa» al mejor artículo en el ámbito de Inclusión Social, ha realizado un trabajo de investigación sobre «¿Cuáles son las características de las parejas en las que solo trabaja la mujer? ¿Cómo se reparten los roles de género en España entre los miembros de estas parejas?«.
Para dar respuesta a estas preguntas ha comparado a las parejas en dos momentos del tiempo: primero en 2003, cuando la economía estaba en expansión, y después en 2010, cuando estaba en recesión. Para medir la división de roles, se utiliza como indicador el reparto de tiempo de cada miembro de la pareja.
Diferencias interesantes en la redefinición de los roles
La diferencia más interesante la observamos en el tiempo destinado a las tareas del hogar. A diferencia de lo que sucede en otros países, en España no cambia el signo de la brecha de género por lo que respecta al tiempo dedicado a las tareas domésticas, de modo que las mujeres siguen destinando más tiempo que los hombres a estas tareas, incluso aunque sean el único miembro de la pareja que trabaja.
Las parejas en las que la mujer es el único miembro que trabaja, el tiempo dedicado a las tareas de la casa se reparte más equitativamente entre el hombre y la mujer que en el conjunto de parejas. Además, en las parejas en las que solo trabaja la mujer, la brecha de género ha ido reduciéndose con el paso de los años. En 2003, las mujeres de las parejas en las que solo trabaja la mujer destinaron 55 minutos más por día a las tareas del hogar que los hombres, mientras que en 2010 destinaron únicamente 13 minutos más. La reducción en la brecha de género es similar a la que se observa para todas las parejas.
Las tareas del hogar
En cuanto a las parejas en las que solo trabaja la mujer, se observan dos pautas distintas. Por una parte, en España e Italia la mujer sigue siendo quien más tiempo dedica a las tareas del hogar. La diferencia es especialmente significativa en Italia (más de una hora). Por otra, en Francia y el Reino Unido se da una inversión de la situación y los hombres dedican más tiempo que sus parejas a las tareas domésticas. Así pues, comparada con otros países europeos, España aún está lejos de la igualdad, ya que en algunos países las parejas en las que solo trabaja la mujer han llegado a invertir las diferencias en las tareas de la casa.
Aun así, la situación es mejor que en Italia, donde las desigualdades de género siguen siendo considerables y donde las parejas de mujer sustentadora presentan todavía importantes desigualdades en el reparto de las tareas domésticas.Las parejas sin hijos a menudo presentan un comportamiento más igualitario de tareas, mientras que la llegada de descendencia suele ser el detonante de diferencias crecientesLa redefinición de los roles: Pocas razones para el optimismo
Los datos sobre cómo reparten su tiempo las parejas nos han permitido analizar los hogares en los que solo trabaja la mujer en España, así como explorar posibles tendencias temporales al comparar los datos de encuestas de 2003 y 2010. También se han comparado las familias con mujer sustentadora y otros tipos de familias.
A diferencia de otros países en los que la proporción de parejas con mujer sustentadora se ha mantenido estable en las últimas décadas, en España este tipo de parejas son una relativa novedad y, en gran medida, el resultado de la destrucción de empleo más intensa que ha afectado a los sectores laborales de predominio masculino durante la recesión económica.
El tiempo de ocio
Otra actividad en la que también se observa una diferencia significativa entre los tipos de pareja es la del tiempo destinado a ocio. En las parejas en las que solo trabaja la mujer, las mujeres dedican aproximadamente 3 horas menos por día que los hombres a actividades de ocio, con una reducción de unos 20 minutos entre 2003 y 2010.
En las parejas en las que solo trabaja ella, durante estos siete años la mujer ha reducido la diferencia en tiempo de ocio respecto al hombre, pero esta diferencia sigue siendo significativa. En cambio, la brecha de género es menos acusada en el conjunto de parejas: en 2010 los hombres disfrutaron de 45 minutos de ocio por día más que las mujeres, sin cambios significativos respecto a 2003.
Por último, en las parejas con mujer sustentadora, las mujeres dedican menos tiempo a los cuidados personales que sus parejas. No obstante, la brecha de género ha disminuido. Si se considera el conjunto de las parejas, la diferencia se aproxima a cero y se ha mantenido muy estable.
Parece pues que el mayor tiempo que las mujeres de las parejas en las que solo trabaja la mujer dedican a las tareas del hogar y al trabajo remunerado va en detrimento del tiempo que dedican al ocio y a los cuidados personales.
Tradicionalmente, las parejas españolas en las que solo trabajaba la mujer eran sobre todo el resultado de un hombre jubilado y una mujer aún en el mercado laboral, pero más recientemente estas parejas tienden a ser más jóvenes y se han visto afectadas por un mayor impacto del desempleo en puestos de trabajo de predominio masculino. En 2010, las parejas españolas con mujer sustentadora eran más jóvenes y tenían más probabilidades de cohabitar y tener hijos, así como una mayor proporción de mujeres con un nivel educativo superior al de sus parejas que en 2003.
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