Todos sabemos que es importante que nos cuidemos, pero también que cuidemos nuestra piel. Para ello es muy importante tener claro qué tipo de piel tenemos para que podamos aplicarnos los productos adecuados y sin embargo muchas mujeres desconocen el tipo de piel que tienen.
Para empezar, debemos tener claro que existen principalmente tres o cuatro tipos de piel, (descontando patologías o complicaciones dermatológicas). Existen pieles secas, pieles normales, mixtas y pieles grasas y en base a esta clasificación se centran la gran mayoría, sino todas, de las firmas de cosmética del mercado.
También hay que tener en cuenta, que en función de la estación que nos encontremos, nuestra piel puede variar de un tipo a otro. Por ejemplo una piel normal, puede ser una piel seca en verano o una piel mixta puede que haya épocas del año o dependiendo de la alimentación que se esté siguiendo, puede ser más seca o más grasa.
Características de cada tipo de piel
Piel normal. Es una piel muy resistente. Se le puede aplicar cualquier producto, se muestra inalterable. Tampoco sufre ante cambios bruscos de temperatura.
Piel seca. Se caracteriza por ser una piel que produce sensación de tirantez. Normalmente la persona que tiene piel seca, si no utiliza un producto adecuado, puede tener la sensación de que necesita aplicarse producto varias veces al día y el maquillaje o corrector se le cuartea.
Las personas a partir de las 35-40 años suelen empezar a tener piel seca y a necesitar refuerzos de hidratación con mascarillas nocturnas, o productos regeneradores de humedad.
Piel mixta. Este tipo de piel, junto con la seca, son de las más habituales. Se caracterizan principalmente por mostrar, por un lado, una parte de la cara con más grasa (aparición de brillos en la zona «T» ** a lo largo de la jornada) y zona también propensa a la aparición de granitos; y por otro lado, tirantez en la parte externa de la cara.
** La zona «T» es la parte central de la frente, nariz y barbilla.
Piel grasa. Se caracteriza por ser una piel que brilla mucho y que a menudo se necesita limpiar o retirar el exceso de brillo varias veces a lo largo del día.
En este caso es importante cuidar también la alimentación y limpiar adecuadamente la piel mañana y noche. También son recomendables tratamientos exfoliantes y mascarillas específicas para pieles grasas que lo que hacen es «resecar» esos granitos y retirar el exceso de brillo.
Con estas nociones básicas, estás ya en disposición de saber qué tipo de producto puedes aplicarte y qué solicitar a la hora de acudir a un mostrador de estética o cosmética.
Isabel Guevara. Consultora de Belleza Independiente de Mary Kay Cosmetics.
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