El ritmo de vida está cambiando y son muchas las mujeres que deciden retrasar su embarazo hasta después de cumplir los 40 años. Pero, ¿es una buena decisión? Desde el punto de vista fisiológico, el mejor momento para tener un bebé está entre los 20 y los 30 años. Sin embargo, la edad es un factor decisivo en el momento de ser mamá, ya que la paciencia, madurez y las prioridades van cambiando con los años.
Muchas son las mujeres que no pueden tener un bebé antes de los 30 años, ya sea por la dificultad de poder independizarse, de encontrar una pareja ideal o de tener un trabajo estable. En el último año, se ha incrementado en un 50 por ciento el número de embarazos en mujeres que pasaban los cuarenta.
Hasta hace poco, lo que centraba la atención a la hora de pensar en tener un hijo a partir de los cuarenta años, era la seguridad de la madre y la del bebé a lo largo del embarazo y el parto, ya que, la edad de la madre supone un factor de riesgo de abortos, malformaciones y anomalías cromosómicas, entre otras.
Sin embargo, con el seguimiento estricto de los embarazos y la detección de posibles problemas en el feto hace que se mitiguen más las dudas y en la preocupación de la madre ronden preguntas como: ¿qué pasará cuando nazca el niño?, ¿tendré la suficiente paciencia? Ya no tengo la misma agilidad que con 20 años… Recuerda que todo está en la actitud. Una madre sedentaria de 30 años puede jugar menos o presentar una actitud más agotada con su hijo que una madre activa de 45 años.
Ventajas de ser mamá a los 40 años
Las ventajas se centran en el terreno psicológico, material y emocional, ya que, conforme maduramos vamos consolidando un proyecto de futuro que se hace cada más sólido y estable con los años.
– Tener un hijo. La llegada del bebé no será producto de la casualidad sino que será fruto de una decisión tomada y reforzada con el tiempo.
– La situación económica. La mujer que suele encarar la maternidad pasados los cuarenta años suele estar más afianzada en el plano laboral y tiene una mayor seguridad económica.
– Tener pareja. La relación se ha afianzado lo suficiente y ambos cuentan con una situación laboral estable. La relación de pareja suele estar más equilibrada y ambos se sentirán más seguros a la hora de ser padres y hacer frente a los cuidados del bebé.
– Madurar. La futura mamá sabe mejor lo que quiere para formar una familia. Estará mejor informada y centrada en sus hijos. Ya han tenido tiempo de viajar y de tener numerosas experiencias antes de tener niños en contraposición con una pareja joven que pudiera echar en falta salir o viajar.
Desventajas de tener un hijo con más de 40 años
– Fertilidad. Retrasar el reloj biológico para tener un bebé tiene sus riesgos. El mejor momento para tener hijos está entre los 20 y 30 años, ya que las mujeres empiezan a experimentar una disminución en su fertilidad a partir de los treinta. Esta disminución suele atribuirse a una menor frecuencia de ovulación o problemas como la endometriosis. Por eso, no es raro que una mujer de 35 años tenga más problemas en concebir y tarde más tiempo que una mujer más joven. Sin embargo, actualmente existen muchos caso de infertilidad que se tratan con éxito, y aunque las mujeres de más de 35 años tengan dificultades para concebir, también tienen una mayor probabilidad de tener mellizos entre los 35 y 39 años.
– Problemas para el bebé. El riesgo de que el niño padezca de trastornos cromosómicos se incrementa con la edad de la mujer. El Síndrome de Down es el más común. Actualmente, gracias a la amniocentesis, se puede determinar si el feto padece de alguna anomalía cromosómica.
– Salud de la madre. La presión arterial alta y la diabetes pueden producirse por primera vez durante el embarazo. Son desórdenes que no suponen ningún riesgo para el bebé ni para la madre si son diagnosticados de forma temprana y se pone el tratamiento adecuado.
– Cesárea. A partir de los 35, la tasa de partos por cesárea es más alta debido a las complicaciones del parto a estas edades. El porcentaje de cesáreas es mayor porque los músculos y huesos de la mujer madura son menos elásticos.
Noelia de Santiago Monteserín