¿Qué es lo que necesita una mujer para poder encontrar el tan deseado -y necesario- equilibrio en su vida profesional y personal? ¿Y para promocionar en sus carreras? Son algunas de las muchas preguntas que se hacen-y responden- Nuria Chinchilla y Consuelo León, autoras de La ambición femenina. Cómo re-conciliar trabajo y familia.
Según las autoras, la mujer necesita que le dejen serlo, favoreciendo y respetando fundamentalmente su maternidad, cuando sea el caso, y después -igual que el caso del hombre- respetando su tiempo después del trabajo, imprescindible y necesario para recuperarse y afrontar una nueva jornada laboral, para atender sus obligaciones familiares y a su vida personal.
Gracias a su estudio Valores femeninos, ¿empresas más humanas?, realizado con diversas directivas españolas, Chinchilla y León aseguran poder determinar con conocimiento de causa cuáles son las diez barreras que tiene que superar para conseguirlo.
10 barreras que debe superar una mujer
1. Dificultades para conciliar la vida familiar y laboral. Ante la pregunta «¿Qué criterios son importantes para ti a la hora de tomar decisiones sobre tu carrera profesional?», dos terceras partes de las mujeres afirmaron que conseguir el equilibrio entre vida personal/familiar y profesional. El nivel de interés del nuevo trabajo que da por detrás de la familia a la hora de decidir en más de la mitad de los casos. Sólo para una tercera parte son muy importantes las posibilidades de promoción.
2. Ausencia de flexibilidad laboral. Las mujeres, en general, sienten que dan más de lo que reciben en el mundo profesional. No se advierte falta de ambición profesional ni de seguridad en sí mismas., pero sí un cierto reproche implícito a la ausencia de ayudas por parte del Estado, de la empresa y del superior jerárquico en su papel de mentor.
3. El estrés. El 80% de los españoles sufren estrés por motivos laborales; es decir, a causa de las tensiones producidas en el trabajo. El primer colectivo afectado por ello son las mujeres. Además, en España las mujeres padecen más depresión que los hombres (9,2% ellas frente al 3,7% de ellos).
4. Largas jornadas y dobles jornadas. Casi todas las mujeres encuestadas trabajan fuera de casa 8 horas o más. Aunque valoran su vida privada, esta actitud no siempre va acompañada de una dedicación proporcional en cuanto a tiempo. El trabajo ocupa el tercer lugar en su tabla de prioridades y, sin embargo, en la práctica es lo primero. No hay más que ver el número de horas diarias dedicadas al trabajo en relación al ámbito familiar.
5. Escaso acceso a la información y red de contactos masculina. Tal y como señala la investigadora norteamericana Mary Ann Devann «al moverse en un mundo dirigido por hombres, las mujeres se encuentran aún excluidas de las redes informales de poder, privadas de informaciones privilegiadas, mal preparadas para los juegos y estrategias de las políticas de empresa, que condicionan el acceso a los puestos de dirección».
6. Escasez de apoyos. Está claro que la mujer vive su trayectoria y su ascenso como una tarea en solitario. Aunque en general, reconocen que hay pocas políticas de empresa y que el apoyo de los jefes es escaso en estos temas.
7. Diferencias en la remuneración. Lejos de disminuir, la brecha salarial entre hombres y mujeres ha aumentado en España. Ellas ganan un 22,55% menos de media al año por un trabajo de igual valor. O lo que es lo mismo: 5.744 euros menos, frente a los 5.500 euros menos de un año antes, según informa El País.
8. Escasa formación en gestión del tiempo. Sólo un 30% de las encuestadas da importancia a esta competencia, a pesar una de las más relevantes a la hora de afrontar con éxito el conflicto trabajo-familia desde el punto de vista individual. La sensación de no llegar a todo es lo habitual.
9. Dificultades para encontrar apoyo logístico en el hogar. Aunque las cosas cambian, siguen siendo las mujeres las que sienten de un modo más fuerte el peso y la responsabilidad del hogar. Y aunque emocionalmente sí, logísticamente los hombres no acaban de asumir su papel. Sólo el 32% de las parejas en España se reparten equitativamente las tareas domésticas.
10. Movilidad geográfica: situación extrema de conciliación. Muchas veces la promoción supone más viajes o incluso un cambio de ciudad o país. Ante esta realidad, por lo general, la mujer piensa en su marido, en los colegios de los niños, en sus padres, en sus amistades, etc.
Marisol Nuevo Espín
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