En igualdad de condiciones, las mujeres tienen de promedio un 30 por ciento menos de probabilidades de ser contratadas que los hombres con el mismo perfil profesional. Esta es la principal conclusión del estudio del Observatorio Social de «la Caixa» que con el título ¿Tienen las mujeres menos oportunidades de ser contratadas?, acaba de publicarse.
Este estudio sobre discriminación de género en el mercado de trabajo ha demostrado que las mujeres de entre 37 y 39 años tienen en promedio un 30 por ciento menos de probabilidades de ser convocadas a una entrevista de trabajo que los hombres con sus mismas características. La discriminación de género es mayor en candidatas con hijos, y se reduce, aunque no desaparece por completo, cuando tienen mayor cualificación para el puesto.
Para realizar el estudio se enviaron más de 5.600 currículos ficticios a 1.372 ofertas de trabajo reales en Madrid y Barcelona, y se compararon la probabilidades de recibir una cita para una entrevista de trabajo entre personas con currículos equivalentes que solo se diferencian en el género, en si tenían o no hijos y en el grado de cualificación para el puesto.
Diferencias de género en el acceso al mercado laboral
En todos los países hay grandes diferencias de género en el mercado de trabajo. Una de las más evidentes es que las mujeres tienen una menor tasa de empleo. Por ejemplo, según datos de la Encuesta de Población Activa, en España un 67,1% de las mujeres estaba trabajando en 2017, mientras que entre los hombres la cifra era del 79,2%. Además, la proporción de mujeres que trabajaban a tiempo parcial (el 24,1%) era mayor que entre los hombres (7,3%) y, comparando trabajos equivalentes, el salario hora de las mujeres es entre un 20 y un 35% menor que el de los hombres (De la Rica, 2016).
Parte de estas diferencias de género en el mercado laboral se explican por las preferencias de las mujeres; en ciertas circunstancias, ellas pueden preferir trabajos más flexibles o de menor responsabilidad que les permitan compatibilizarlos con los tradicionales roles de género.
Sin embargo, para entender las diferencias de género en el mercado laboral en toda su extensión es importante conocer si, más allá de una posible autoselección de las mujeres, existe además discriminación en los procesos de contratación laboral. Para comprobarlo, resulta conveniente realizar investigaciones con un enfoque experimental con el fin de ver cómo se comportan los empleadores en situaciones reales.
Doble penalización: mujer y madre
El informe revela, además, que las mujeres con hijos se enfrentan a una doble penalización en los procesos de contratación laboral: por su condición de mujer y por la de madre. Una mujer con descendencia tiene el 35,9 % menos de probabilidades de recibir una llamada para una entrevista de trabajo que un hombre con las mismas características.
Cuando las candidatas tienen un nivel alto de preparación para el puesto y no tienen hijos, las diferencias con respecto a hombres con la misma preparación prácticamente desaparecen. Esta circunstancia permite concluir que la discriminación de género en los procesos de contratación laboral no se debe tanto a prejuicios negativos hacia las mujeres en general, sino más a estereotipos de género, según los cuales ellas suelen ser vistas como personas menos comprometidas con el trabajo remunerado y más orientadas a la familia.
Marina Berrio
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