Las mujeres experimentan dolor crónico con mayor frecuencia e intensidad que los hombres y son más propensas a sufrir migrañas, trastornos del intestino irritable o apadecer fibromialgia, entre otras patologías. Aprender a relajarse, a aceptar las situaciones y rebajar las expectativas, a vivir el presente y a quererse son factores clave para reducir el dolor emocional y físico.
El motivo de que las mujeres experimenten dolor con más frecuencia e intensidad que los hombres se bebe a su sistema inmunitario. En este sentido, tienen más probabilidades de padecer afecciones inflamatorias como por ejemplo la artritis reumatoide, así como cambios en su sistema inmunitario que derivan en otras afecciones como puede ser la fibromialgia.
El sistema hormonal de las mujeres es otra razón por la cual las mujeres sufren con mayor frecuencia dolor ya que los cambios hormonales, sobre todo los estrógenos en la premenopausia, pueden derivar en un dolor crónico.
Ideas para tratar la angustia emocional
Otro de los factores que contribuye a una mayor afección del dolor en las mujeres no es de naturaleza física sino psicológica. El psicólogo de la Unidad de Psiquiatría del Hospital Casa de Salud, Antonio Crespo, asegura que «en muchos casos, las mujeres pueden tener más del doble de probabilidades de desarrollar diversas afecciones de salud dolorosas».
El dolor se define como una «experiencia sensorial y emocional negativa», de ahí la importancia de abordar este tema para reducir la angustia emocional. En este sentido, las mujeres tienen más probabilidades de experimentar ansiedad y depresión que los hombres, factores de riesgo ambos para una mayor severidad del dolor en condiciones de dolor crónico. «La importancia de un buen tratamiento psicológico del dolor en las mujeres ofrece una vía para reducir el sufrimiento y obtener el control del dolor», añade.
5 consejos para reducir el dolor
La Unidad de Psiquiatría del Hospital Casa de Salud de Valencia ofrece 5 consejos básicos para reducir el dolor tanto físico como emocional:
1. Cultivar la relajación puntual como una «medicina de bolsillo» en el caso de sentirse angustiada por el dolor. Utilizar la respuesta de relajación -incluyen la respiración diafragmática, meditación, mantras y relajación muscular progresiva- ayuda a contrarrestar el estrés y la negatividad, contrarrestando los efectos fisiológicos del estrés y el dolor y, favoreciendo al procesamiento del dolor por el sistema nervioso.
2. Velar por un buen cuidado personal. Las mujeres con dolor crónico tienen mayores dificultades para cuidar de sí mismas porque, en parte, se sienten culpables por cómo el dolor afecta a sus relaciones. Si bien este patrón de comportamiento puede llegar a ser comprensible pero no es nada útil para la paciente y, puede llevar a empeorar su propio el dolor.
3. Elaborar una conexión entre el estrés y dolor. La experiencia muestra que las mujeres tienden a mayores respuestas al estrés que los hombres y estas respuestas hacen que el dolor sea más severo. Es de vital importancia identificar los puntos de estrés -grandes o pequeños- de la vida diaria y trabajar para reducirlos. Por ejemplo, salir con tiempo para una cita puede proporcionar el relax que necesita para sentirse relajada mientras conduce, en lugar de sentirse agitada.
4. Reajustar las expectativas. Es muy posible que deba ajustar sus expectativas incluyendo las de la propia imagen corporal y aceptar y valorar lo que se tiene y cómo es cada una. La aceptación suele resultar verdaderamente difícil, y suele derivar en una depresión. Pero cuando las circunstancias se aceptan (sin necesidad de que eso signifique que una se resigna con lo que tiene), se transforman. Por eso, es importante trabajar con un psicólogo especializado que le pueda ayudar en ese punto estresante en el que se encuentra atascada.
5. Generar autocompasión. La autocompasión no es más que aprender a quererse a una misma y a tratarse con amor y cariño igual que tratamos a nuestras mejores amigas. Se asocia con una disminución de la ira y la severidad del dolor en el postratamiento. La autocompasión es realmente eficaz e importante si eres dura contigo misma por «no estar a la altura» de tus expectativas, si tiendes a castigarte. Aprender a ser amable contigo misma, puede ser el mejor regalo de alivio del dolor que puedes darte.
Marina Berrio
Asesoramiento: Antonio Crespo. Psicólogo de la Unidad de Psiquiatría del Hospital Casa de Salud.
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