Dejarse el móvil olvidado en casa, que la batería se agote o estar fuera de cobertura son situaciones que nos pueden pasar, y aunque nos pueda dar rabia al no poder contactar con alguien, el sentir ansiedad o miedo ante esta situación, hace que realmente tengamos un problema de salud denominado nomofobia.
Una nueva enfermedad ataca a los jóvenes y adultos: la nomofobia. El término es una abreviatura de la expresión inglesa no-mobile-phone-phobia.
La nomofobia es el miedo irracional a estar sin el teléfono móvil. La dependencia a este aparato genera una sensación de incomunicación en el usuario en el momento en el que éste no puede disponer de las funciones de su móvil.
Una persona consulta su teléfono una media de 34 veces al día, sin ser llamado o sin recibir un mensaje, lo que delata la dependencia tecnológica que padecemos en la actualidad.
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Causas de la nomofobia
– Baja autoestima.
– Problemas de la aceptación del propio cuerpo.
– Déficit de habilidades sociales y en resolución de conflictos.
Síntomas de la nomofobia
– Ansiedad, taquicardias, pensamientos obsesivos, dolor de cabeza y dolor de estómago.
– Enfado o inquietud.
– Negación ante el problema.
– Ocultación y o minimización del problema hacia los demás.
– Sentimiento de culpa.
– Disminución de la autoestima.
Pautas para evitar caer en la nomofobia
– En las noches, apaga el móvil o ponlo en silencio en un lugar apartado de tu habitación. Descansa.
– Evita recibir y hacer llamadas después de las 12 de la noche.
– No chatees ni hables por teléfono mientras comes, cenas, o conversas con alguien. Es una falta de respeto tener el móvil encima de la mesa hacia los que están a tu alrededor y no deja que te concentres plenamente en lo que estás haciendo.
– Jamás chatees ni hables por teléfono mientras conduces. Es peligroso para ti y para el resto de los conductores y pasajeros
– Los fines de semana dispón de algunas horas para desintoxicarte del uso del teléfono. Apágalo por un tiempo, ya responderás más tarde.
Noelia de Santiago Monteserín
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