Sacarse el carnet de conducir es toda una etapa para el recuerdo: el tedio de los test, los nervios de las primeras prácticas, lo nervios aún mayores cuando toca examinarse ya sea de la parte teórica o de la práctica… y por fin, llega la hora de desenvolverse solo con el coche: ahí es donde empieza lo complicado, pero al final lograrás tener soltura y conducir no tendrá mayores secretos para ti.
Tras la última reforma en la metodología de las clases y exámenes para obtener el permiso de conducción, se han producido algunos cambios buscan que el futuro conductor realmente conozca las reglas y normas de la conducción. La manera de aprobar el examen teórico ha cambiado y el práctico persigue otros objetivos.
Por lo tanto, ya no podrá superarse el examen a base de memorización en el caso del teórico, mientras que en el caso del práctico se busca una mayor exhaustividad por parte del alumno a la hora de demostrar sus conocimientos al volante.
Cambios en los cuestionarios del teórico
Los nuevos cuestionarios utilizan un lenguaje más sencillo y fácil de comprender, pero se exige estudiar más a fondo para comprender las circunstancias del tráfico y aplicar los conocimientos adecuados. Además, hay mucha más variedad de cuestionarios, de modo que no es fácil memorizarlos. El que los test fuesen sencillos de memorizar conllevaba que los contenidos fuesen fáciles de olvidar, pero de la manera actual, se busca una mayor comprensión y asimilación de los contenidos. Para que el aspirante se familiarice con este modelo de test, existe un modelo de autoevaluación en la página web de la Dirección General de Tráfico (www.dgt.es) para que se pueda practicar desde casa.
El nuevo examen práctico
Las principales innovaciones afectan al examen práctico son:
– Duración de la prueba
La duración tendrá una duración mínima de 25 minutos para los permisos A1, A2, B y BTP, y de 45 minutos para los permisos restantes, excepto los de las clases AM y A, que no requieren prueba de circulación.
Como norma general, se agotará el tiempo mínimo para cada tipo de permiso. Aunque hay tres situaciones que llevarán a la interrupción del examen: la comisión de una falta eliminatoria que comporte un peligro real y concreto, cuando se produzca una intervención justificada del profesor, y, por último, cuando quede acreditada una manifiesta impericia del aspirante.
– Comprobaciones previas
Antes de iniciar la prueba, se pedirá a cada aspirante que realice alguna verificación o comprobación, con carácter aleatorio, de una serie de elementos del vehículo, como el estado del nivel de alguno de los líquidos, la presión o dibujo de los neumáticos, el funcionamiento del parabrisas, etc.
– Conducción autónoma
El aspirante deberá conducir de forma independiente durante 10 minutos al inicio de la prueba de circulación. El examinador puede dar alguna indicación, como por ejemplo, señalar el lugar de destino, al cual deberá dirigirse el aspirante por el camino que crea más conveniente, o darle alguna orientación para llegar. Además, si el vehículo dispone de algún sistema de navegación por satélite -y siempre de manera opcional-, podrá utilizarse en este momento.
– Conducción guiada
El resto de la prueba seguirá siendo de circulación guiada. Se seguirán aplicando los actuales criterios de calificación. La única novedad es que, durante el tiempo de la prueba, se evaluará de manera global la realización de una conducción eficiente. Conducir de forma ineficiente supondrá una falta leve.
– Comunicación del resultado
Cuando finalice la prueba, el examinador comunicará al aspirante, en presencia únicamente del profesor, el resultado de la misma. A éste lo acompañará una explicación breve -que no excederá del minuto y medio o de los dos minutos- y clara sobre la evaluación de la prueba, sin entrar en discusión sobre faltas concretas.
Teresa Pereda
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