La utilización de los smartphones ha aumentado de manera directamente proporcional al número de accidentes domésticos entre los más pequeños; o, al menos, eso sugieren las estadísticas que sobre ambas tendencias se han recogido en tiempos recientes.
Para un gran número de pediatras no existe ninguna duda sobre la relación, que ha puesto de manifiesto las serias consecuencias para los niños de las distracciones de sus progenitores ocasionadas por las nuevas tecnologías, y en concreto, por los teléfonos móviles.
El cuidado de los niños, sobre todo cuando son pequeños y están fuera de casa, requiere una atención absoluta, por lo que es incompatible con las multitareas potenciadas por la telefonía móvil de última generación.
La distracción provocada por el uso de los móviles ya llevó a las autoridades a prohibir su uso durante la conducción de vehículos, uno de los campos más sensibles. ¿Llegará un momento en el futuro en el que esta prohibición se extienda a los parques públicos? Parece dudoso, pero las estadísticas comienzan a poner en tela de juicio la actuación de algunos padres en lo que concierne al control y cuidado de sus hijos, especialmente si hay smartphones de por medio.
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