Aunque en casa no nos dejen poner los adornos navideños cuando nos gustaría (octubre, aproximadamente), la suerte de pasar un rato con Victoria (o en el suyo siendo nuestra ilustradora favorita, Tina Walls), es que puedes contagiarte de la esencia de las fiestas al momento. Sí, con la bso de Mariah Carey de fondo, pero también con ese maravilloso sentimiento de dicha al verla dibujar un angelito o pasar las páginas de sus cuentos, Historia de la Navidad e Historia de los Reyes Magos.
Una fácil. ¿Qué es para ti la Navidad?
La Navidad es el periodo más feliz del año para un cristiano y lo es por muchas razones. Espiritualmente celebramos la venida de Jesús al mundo. En cierto modo es el inicio del cristianismo y aunque se podría entender que rivaliza en importancia con la Semana Santa, a diferencia de esta en la Navidad solo hay ternura y felicidad.
Debido a esta importancia, en una sociedad de raíces cristianas como la nuestra, se han establecido una serie de tradiciones que aún perduran, reuniéndose las familias para celebrarlo y decorando el hogar de forma acorde a la relevancia del acontecimiento. Y aunque es verdad que entre tanta luz, dulces y regalos se puede perder la verdadera esencia de la celebración, yo creo que, con un poco de cariño y actitud, tampoco es difícil seguir dándole el sentido cristiano que tiene.
¿Qué llegó antes, la pasión por la Navidad o por la ilustración?
Esta sí es difícil (risas). La verdad es que no sabría contestar porque, desde que recuerdo, he dibujado y me ha enamorado la Navidad. Aunque supongo que la Navidad la disfrutaría incluso antes de empezar a garabatear, yo creo que lo más justo es dejarlo en tablas.
¿En qué punto se combinan?
Pues en el principio del todo. Desde muy pequeñita siempre acompañaba mi carta a los Reyes Magos con un dibujo y mis primeros «éxitos» fueron los concursos de Christmas del colegio (risas). Por supuesto he dibujado otras cosas, pero nunca he dejado de dibujar la Navidad desde que tengo uso de razón.
¿Cuáles son los elementos de estas fiestas que más te gusta plasmar?
Todo lo que rodea al Nacimiento, pero desde un punto de vista más subjetivo, imaginando escenas cotidianas. Busco lo que yo creo que se debería ver detrás de las escenas que todos conocemos. Por ejemplo, este año he dibujado a San José y la Virgen bañando al Niño, otras veces me centro en la figura de algún pastorcillo ayudando en tareas cotidianas o en cómo juegan los Reyes con Jesús. Por supuesto, los animales no faltan.
¿Qué es lo que más te motiva a la hora de ilustrar? ¿Qué te inspira?
La inocencia, la ternura… Buscar esa mirada infantil incluso para observar hechos tan grandes como el nacimiento de Dios. A mí me resulta realmente inspirador observar todo bajo ese “prisma” y ponerme en esos zapatos. Es cuando empiezan a aparecer detalles, algunos que para los adultos pasarían desapercibidos (como una tirita en una rodilla), pero que para un niño en ese momento tienen una importancia alta.
Por favor, háblanos de los tres pollitos que tanto te reclaman en tus ilustraciones.
(Risas) ¡Los pequeños polizones que viajan en mis dibujos! Son unas figuras que me parecen especialmente graciosas y que tienen un pequeño sentido. A pesar de ser pequeñitos, de estar distraídos casi siempre, incluso de esconderse asustados, no son ajenos a los planes divinos… ¡y ahí están! siendo testigos con toda su pequeñez y despiste de los acontecimientos más grandiosos.
Como nosotros, eres una forofa de la Navidad, ¿crees que hay quienes la vivimos de alguna manera todo el año?
Esta pregunta te la podría haber contestado con una foto de cuando era soltera. Creo que en casa de mis padres debemos de ser la única familia que tenemos el Nacimiento (y muchos años incluso el árbol) aún en julio (risas). Ahora ya con mi marido hemos puesto un poco de orden en cuanto a la “decoración perpetua”, pero eso no quita que la siga viviendo todo el año. En realidad tu pregunta me tranquiliza un poco al saber que no soy la única (risas).
¿Crees que hemos perdido algo de la esencia de la Navidad tradicional o sigue viva todavía?
Creo que sigue viva en muchas familias, aunque es verdad que hay tanto ruido que a los más pequeños les puede costar verlo. Pienso que es importante inculcarles este sentido desde pequeños, porque creo que lo que arraiga a esas edades permanece. De ahí nace mi primer libro “Historia de la Navidad”, para tratar de acercarles de un modo más fácil, en un lenguaje y con unas imágenes que ellos entiendan, qué es lo que estamos celebrando.
¿Cuáles son tus tradiciones favoritas?
¡Uyy es imposible quedarse con una! Me encanta decorar la casa, poner en familia el Belén (que, además, procuramos que vaya evolucionando según avanza la Navidad, acercando a los Reyes, poniendo al Niño en Nochebuena en el pesebre, etc.). Pero me encanta también el árbol, los villancicos, ir a visitar Belenes, el roscón, la noche de Reyes… ¡la verdad es que no nos dejamos ninguna!
¿Y cuáles has deseado hacer y todavía no has probado?
No sabría decirte, como forofa de la Navidad creo que todas las que me gustan las he probado… pero si se te ocurre alguna estaré encantada de seguir ampliando el repertorio (risas).
¿Cómo ha cambiado tu Navidad desde que eres madre?
La más importante es que ya no solo la celebras, ahora te preocupas de transmitir ese cariño y esa importancia. Además, no hay duda de que los niños -sobre todo los pequeños- aportan esa mirada que hace que todo sea un poco más mágico.
Esto se nota especialmente cuando me junto con mi familia, porque son las primeras nietas -por el lado político sí tengo muchos sobrinos- y después de muchos años sin niños pequeños, se vuelve a respirar ese ambiente infantil y de ilusión -y también un poco caótico- que son tan propios de estas fiestas. Creo que es además enriquecedor para todos, ya que a los adultos nos ayuda también a cambiar la mirada.
¿Qué esencia o valores de estas fiestas te resulta imprescindible que aprendan tus hijas?
Lo imprescindible es que entiendan la esencia cristiana, la importancia de lo que estamos celebrando más allá de los regalos, turrones o villancicos. Una vez entiendes eso, de ahí es de donde viene el resto.