El paso previo a echar un currículum consiste en realizar las primeras prácticas universitarias en empresa, un requisito que imponen prácticamente todas las universidades al ser conscientes de la importancia de que los estudiantes tomen contacto con el mundo laboral.
Cuando los jóvenes empiezan la universidad saben que se trata de un periodo de cambios y oportunidades. Nuevos compañeros, un ritmo distinto, más tiempo en la biblioteca y una de las experiencias por las que todos han de pasar, las prácticas en empresas.
¿Por qué son tan importantes las prácticas universitarias?
Porque es el momento en el que realmente los estudiantes salen de su zona de confort y dejan la teoría atrás. Ya no valen profesores, ni libros de texto, las prácticas universitarias significan su primer contacto con el mundo laboral. Ahora tienen jefes y responsabilidades reales que les prepararán para cuando terminen los días en las aulas.
Es por esto que las universidades son conscientes del valor que suponen estas prácticas, por lo que intentan facilitar este proceso a los estudiantes. Es el caso del Centro Universitario Villanueva. Su portavoz Pablo Ivars Lleó asegura que «además de ganar en experiencia profesional y de empezar a palpar cual va a ser su futuro, es fundamental que esta les sirva para ser conscientes de la trascendencia de su trabajo».
La experiencia de las prácticas universitarias les ayuda a afrontar situaciones desconocidas para ellos para ir superándolas poco a poco. «Ese salto sin duda les empuja a ver las cosas con perspectiva, a afrontar nuevos retos y a saber tratar con personas en un plano laboral», asegura Pablo Ivars Lleó desde el Departamento de Comunicación del centro.
Escenarios profesionales para los universitarios
El principal cometido de las universidades es acercar a los jóvenes la realidad profesional que se vive en la actualidad, orientándoles y preparándoles en procesos tan cotidianos como el planteamiento de los currículums o en la preparación de entrevistas para acceder a un puesto de trabajo, señalando las ventajas competitivas de cada uno. «Contar con un claustro formado, no únicamente por académicos, sino también por profesionales en activo, garantiza que éstos transmitan a los alumnos la realidad de cada uno de los sectores: qué se demanda actualmente, cuáles son los retos o qué se necesita para estar realmente preparado para aportar en ese contexto profesional».
La teoría la tienen bien aprendida pero la puesta en práctica de los conocimientos adquiridos no es siempre fácil. Muchas veces sienten que empiezan desde cero, pero, si bien siempre van a tener esa inquietud, pueden ganar seguridad a través de formaciones y actividades que les ayuden a conocer la realidad profesional. Desde el CUV destacan como objetivo que «recrear escenarios profesionales es fundamental para la formación de los universitarios».
Las prácticas universitarias sirven para reafirmar la vocación
Ante todo, las prácticas universitarias sirven para reafirmar su vocación, a que los jóvenes se den cuenta de cómo funciona la profesión escogida fuera de las aulas. «Hemos visto multitud de casos en los que las prácticas ayudan a descartar un sector que el alumno creía que era el que más le gustaba (por ejemplo, un estudiante de Periodismo que tras unas prácticas decide no enfocarse en la radio), o por el contrario, reafirmarse en su vocación», señala Ivars Lleó.
La clave es que los estudiantes sean capaces de poner a prueba sus capacidades en el entorno laboral y convertirse en «solucionadores de problemas», lo que les otorgará una madurez adecuada a la hora de tener que escoger un sector o una futura empresa en la que desarrollar sus aptitudes.
Además, el beneficio es mutuo, ya que las empresas también se enriquecen de la experiencia de las prácticas a su manera. Los jóvenes aportan empuje e ilusión, «y muchas veces incluso sirven de -actualizadores- con nuevas ideas y ese carácter emprendedor tan propio de la generación actual».
Ana Cemborain
Asesoramiento: Pablo Ivars Lleó, del Centro Universitario Villanueva
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