La valoración de la cultura en la universidad ha pasado a un segundo plano, y el factor del empleo, del mercado, la oferta y la demanda, y un trabajo futuro, es lo que prima en los estudiantes. Un estudio elaborado por la Universidad de Córdoba advierte de la desmotivación y la escasa preparación de los estudiantes que acceden a la universidad.
Los alumnos están más limitados en su forma de expresarse y argumentar verbalmente razonamientos abstractos. Solo les importa lo concreto y práctico, y huyen de los filosófico o reflexivo. Y esta carencia, les conduce a un fracaso universitario. Sin embargo, los años universitarios deben ser los mejores de la vida.
«Una de las quejas más abiertas de los alumnos hace referencia a lo poco que le va a servir lo que estudia en nuestras facultades para el desempeño de un trabajo», asegura Desiderio Vaquerizo, uno de los 8 profesores de la Facultad de Filosofía y Letras de Córdoba que han elaborado el estudio, En torno al fracaso escolar en la Universidad.
Así, la falta de utilidad es uno de los problemas más importantes que provoca desmotivación en los alumnos, quienes piensan que están perdiendo el tiempo estudiando cosas que ellos valoran como inservibles o poco aplicables, sobre todo, los estudiantes de Humanidades. Esta idea se extiende también a todo tipo de carreras, sobre todo en aquellas asignaturas que ellos consideran «marías» o poco útiles en la práctica.
Infantilización del alumnado universitario
Razones de la desmotivación de buena parte del alumnado español:
– Progresiva infantilización de los estudiantes.
– Incapaces de imponerse una mínima disciplina de estudio.
– Bajos niveles de autoestima.
– Carecen de recursos organizativos y emocionales.
– Escasa preparación para seguir adecuadamente el nivel de las explicaciones en clase.
– Dificultad para expresar lo que se quiere decir, tanto de forma oral como escrita.
– Memorizan sin comprender.
– Se quedan con dudas porque no se atreven a preguntar a los profesores.
– La asistencia ronda el 50% y de los que asisten, sólo el 30% participa de manera más o menos activa, lo cual dificulta una adecuada evaluación continúa.
– Al 14% de las tutorías no acude nadie.
– Al 18% de las asignaturas se presenta menos de un 50% de alumnos.
– Tampoco se preocupan de la revisión de sus exámenes.
– El 40% de los estudiantes manifiesta poco o ningún interés por aprender.
– Escasa actividad deportiva.
– Falta de vocación por lo que se estudia.
Causas de la apatía de los alumnos en la universidad
Para estos profesores, una de las causas que ha llevado a la falta de interés de los estudiantes españoles, es el desarrollo sin precedentes del «estado del bienestar», que provoca que muchos jóvenes ignoren el valor de las cosas y la necesidad de esforzarse para conseguirlas. Esta causa, junto con las excesivas horas de ocio y falta de responsabilidades en el hogar y en la vida diaria, conducen también a una relatividad generalizada.
Hay otras causas que hacen referencia a aspectos de la personalidad o al ambiente familiar como las deficiencias psíquicas y motrices que no han superado en la Secundaria y el Bachillerato; problemas en sus familias; trastornos de personalidad, de conducta, alimentación o sueño etc..
Otras razones que aduce el estudio es el exceso de cultura televisiva y de la imagen, lo que configura una cultura «caleidoscópica», con abundante información pero sin reflexión ni análisis, con la consecuencia de un escaso dominio del vocabulario, así como de una limitada capacidad lectora y comprensiva.
Otros factores que influyen en la desmotivación de los universitarios
Otros factores que inciden en esta desmotivación son la falta de base en la enseñanza secundaria, el deterioro de la cultura del esfuerzo, la secundarización de la enseñanza universitaria, la falta de perspectivas profesionales del alumnos y la carencia de orientación tutorial. También, destaca la mala relación entre alumnos, planes de estudio complicados y desorganizados, escasez de medios, falta de reconocimiento y falta de dedicación.
Otras variables que provocan falta de interés, pero que según los docentes son remediables y salvables, siempre y cuando el alumno muestre motivación hacia el aprendizaje son los factores intelectuales (falta de habilidades) o factores pedagógicos, todos aquellos que hacen referencia al dominio de aprendizajes básicos como comprensión y velocidad lectora, riqueza de vocabulario, automatismos del cálculo, metodología de estudio etc., así como la relación personal del profesor con sus alumnos.
Casi todas estas causas no dependen del profesor, ni siquiera de la Universidad.
¿Cómo despertar interés y la motivación en la universidad?
El interés es una combinación de fuerza, atracción y deseo que impele al alumno a la actividad intelectual de forma poderosa, casi irresistible. Es comparable en lo fisiológico al hambre y a la sed: quien está realmente interesado por un tema, no descansa hasta conocerlo profundamente y dominarlo. Hay factores que contribuyen a que el interés y la curiosidad se desarrollen en el estudiante. Los principales son: un ambiente familiar rico en incentivos, vivencias y experiencias de tipo cultural, donde se lea y se siga con atención el proceso universitario. También, donde existan unos límites y una cultura del esfuerzo. Por otro lado, es clave despertar en el hogar esa vocación por la profesión elegida.
El ámbito de la ciudad ofrece más estímulos culturales que un ambiente rural.
El profesor es clave en el despertar de los intereses. Su simpatía personal hará posible que la atracción afectiva de sus alumnos se desplace de la persona a la materia enseñada. También, una exposición amena y cálida hace posible la participación confiada y el diálogo sobre el tema.
Patricia Palacios
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