Tras el Bachillerato para muchos estudiantes llega la universidad. Tener éxito en las pruebas de acceso a esta educación superior permite seguir formándose en el área deseada. Ahora bien, ¿cómo elegir la carrera que más se adapte a las expectativas futuras del estudiante? En teoría, se debe aportar información a los más jóvenes sobre la oferta de carreras disponibles y los distintos grados que existen. Temas que se estudiarán, posibles salidas laborales, notas de corte, todo esto ayuda a orientar al alumnado.
Pero la realidad parece ser otra. Al menos así lo destaca el informe presentado por la Universidad Francisco de Vitoria en donde se destaca que gran parte del alumnado más brillante de España no cuenta con la información necesaria para elegir un grado universitario. Una situación que provoca que muchos estudiantes se enfrenten a una de las decisiones más importantes de su vida sin las herramientas necesarias para optar por la mejor posibilidad.
Orientación en Bachillerato
En la elaboración de este informe participaron un total de 2.277 alumnos españoles con un expediente cuya media era de 9,6. Estudiantes pertenecientes a un total de 4.500 colegios e institutos, tanto públicos como privados, de toda España. En la elaboración de este trabajo se les preguntó a estos jóvenes si consideraban que habían tenido la orientación necesaria durante su etapa de Bachillerato y si estimaban que esta les iba a ayudar a elegir carrera universitaria.
Únicamente un 20,8% de los estudiantes se afirmaron contentos con la orientación recibida por parte del personal de sus centros escolares y reconocieron que las charlas y test para conocer sus aptitudes había contribuido a tener más clara su decisión. Por el contrario, casi el 80% de este alumnado no se muestra satisfecho en este sentido y considera que hay mucho margen de mejora por delante.
Dentro de este casi 80%, el 30,7% de los estudiantes afirman que no está mal la orientación recibida pero que podría mejorarse todavía más. Otro 29,5% estima que se le ha brindado información de ayuda, pero que no se le ha otorgado otras herramientas necesarias para elegir grado. Por último un 18,8% señala que no se le ha brindado ningún dato de utilidad para decantarse por una carrera o por otra. Desde la Universidad Francisco de Vitoria se anima a los centros de enseñanza a mejorar en este sentido para evitar problemas futuros.
Problemas como la frustración que produce en un estudiante iniciar una carrera universitaria que no se adecua a sus expectativas es uno de los objetivos a atajar. Este es uno de los principales motivos por los que el alumnado superior abandona los grados. Los datos del Ministerio de Educación muestran que un 32% de los jóvenes que se inician en estos centros de enseñanza superior terminan abandonando esta senda en el primer año y un 10,9% cambia de titulación.
Elegir carrera universitaria
A la vista está que elegir carrera universitaria es una gran decisión. Por eso hay que tomarla con calma y sabiendo lo que se hace. Junto con la información que debe aportarse desde la orientación del centro del estudiante, estos son otros para los jóvenes que estén a punto de embarcarse en esta aventura:
– Saber los puntos fuertes y débiles. Los estudiantes deben tener en cuenta su currículum académico, ¿qué asignaturas se le dieron bien, con cuáles disfrutó más, cuáles entendió mejor? Esto es un buen comienzo a la hora de decidir carrera.
– No dejarlo para el último momento. No se trata de que el alumno de primaria ya sepa qué carrera quiere hacer, pero sí de que el estudiante de Bachillerato tenga una idea más o menos clara de su futuro. Desde que se entra en esta etapa de enseñanza el joven debe ir trazando una línea, que puede ser variable, para seguir en su futuro.
– Saber todas las opciones. Quizás no se tenga una decisión sobre una carrera concreta. Pero sí una imagen de lo que se desea estudiar, por ejemplo el estudiante puede gustarle la idea de estudiar algo relacionado con la salud. En este sentido se plantean dos frentes como Enfermería o Medicina, de él depende saber cuál se adecua mejor a sus intereses.
– Mercado laboral. ¿El estudiante espera encontrar trabajo al terminar sus estudios superiores? La pregunta del millón, en ocasiones la decisión puede alterarse por la bolsa de trabajo. Si lo que se desea es un empleo al concluir estos estudios, recabar información sobre las posibles salidas laborales es muy importante.
– Mantener la calma. Los nervios no llevan a ningún lado, siempre es mejor estar calmado que tomar una decisión loca por culpa de las prisas. La familia debe mantener su apoyo al estudiante y aconsejarle, nunca imponer sus criterios.
Damián Montero
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