Ahora que estamos en Cuaresma, la oración es uno de los elementos clave para prepararnos para la Pascua. Y con nuestro ejemplo y algunos hábitos muy sencillos, será muy fácil que nuestros hijos adquieran la costumbre de rezar.
No hace falta que busquemos momentos extraordinarios, porque bastante complicada es ya la vida cotidiana. Lo importante es que sepamos convertir las ocasiones que nos brinda cada día en una oportunidad para acercarlos más a Dios.
1. Todas las mañanas damos las gracias
Comenzar el día con gratitud ayuda a ser más conscientes de que la vida es un regalo y de que tenemos mucho más de lo que merecemos. Así empezamos el día con buen pie.
2. Ofrecemos el día y se lo encomendamos a Dios
Las oraciones tradicionales, ayudan a los niños a entender que no están solos y que pueden confiar en Dios en todo momento. Les enseñamos que, sin ayuda de Dios o de la Virgen, no somos gran cosa, pero con ellos, lo podemos todo.
3. Adquirimos el hábito de rezar de vez en cuando
Muchas veces, los niños no rezan porque no saben cuándo hacerlo. Incorporar pequeñas oraciones en situaciones diarias y buscar trucos como, por ejemplo, en los pasos de peatones, o cuando oímos una ambulancia, les enseña a recordar a Dios en la vida cotidiana.
4. Contemplamos la grandeza de la creación
No hace falta ir a un sitio espectacular para admirar la obra de Dios. Cualquier cosa que vemos puede ser un signo y una oportunidad para dar gracias, como una flor en el camino o la sonrisa de un bebé.
5. Bendecimos la mesa y recordamos la PrayList
La PrayList es como la Playlist de nuestra app de música, pero con las personas por las que queremos rezar cada día después de dar las gracias. Puede incluir familiares, amigos o incluso personas desconocidas que necesitan ayuda.
6. Compartimos juntos los sacramentos
Los niños aprenden con el ejemplo, y si ven que participamos en los sacramentos, ellos lo integrarán como algo natural. Aunque a veces no lo entiendan del todo, el hecho de acompañarnos reforzará su sentido de comunidad y fe.
7. Le dedicamos un rato al examen de conciencia
Cada noche, antes de dormir, harán suya la costumbre de dar las gracias por su día, revisar lo que ha salido regular y pedir a su ángel de la guarda que les ayude mañana con eso.