Los padres helicóptero, los padres apisonadora o quitanieves, según el terreno y la localización geográfica, los padres manager, las madre tigre, los padres guardaespaldas o los padres bocadillo son algunos de los tipos de hiperpadres que ha generado la nueva hiperpaternidad y que Eva Millet ha clasificado en su libro «Hiperpaternidad. Del modelo ‘mueble’ al modelo ‘altar’.
La hiperpaternidad adopta varias formas en función de la relación de los padres con sus hijos y es una corriente actual, que nada tiene que ver con el modelo de crianza de nuestros padres o abuelos. «Todos somos más hiperpadres de lo que fueron nuestros progenitores, pero hay grados y variedad de formas de ejercerla», asegura Eva Millet.
Los padres helicóptero
Los clásicos hiperpadres serían los padres helicóptero. El helicóptero sería el padre que sobrevuela la vida de los hijos: «pendientes de todos sus movimientos y necesidades«, asegura Eva Millet. El término padre helicóptero surge por primera vez en 1969 en la consulta de un psicólogo infantil que se quedó muy sorprendido cuando un paciente le dijo que estaba harto de que su madre sobrevolara sobre él como un helicóptero. Le hizo mucha gracia esta imagen y escribió el término madre helicóptero por primera vez.
Los padres apisonadora o quitanieves
Según la localización geográfica, los padres apisonadora o quitanieves son aquellos que preparan el camino de los hijos, «allanándoselo por sistema». En lugar de preparar a los hijos para el camino, eliminan todas las dificultades del camino a los hijos, es decir, como apisonadoras van allanando el camino para que pasen por la vida sin traumas ni frustraciones.
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Las madres tigre
Las mamás tigre parten de un modelo de inspiración asiático, son las más exigentes y buscan la perfección en los hijos. El término lo epitomiza una escritora chino-americana que escribió un libro sobre la crianza tigre, que consiste en estar muy encima del niño y estrictamente para que sea y haga lo que ella quiera. Este tipo de experimento suele acabar mal.
Los padres secretario o agenda
Son los que actúan de asistente personal de los hijos: les organizan la agenda, la mochila, les organizan y les hacen los deberes, llevan los grupos de WhatApp del cole…
Los padres bocadillo
Personalizan un tipo de hiperpaternidad más discreta, pero abundan mucho en España y en los países latinos y son todos aquellos padres, madres, abuelos y abuelas que persiguen a sus hijos o a sus nietos por todo el parque con el bocadillo en la mano para que coman o al menos le den un mordisco mientras siguen jugando.
Los padres guardaespaldas
Siempre a la defensiva, los padres guardaespaldas son aquellos superprotectores que cuidan de la integridad física de sus hijos al máximo, no permiten que se les toque, y emocional también, es decir, se molestan si los profesores les regañan en clase o algún compañero les dice algo que no consideran oportuno y toman cartas en el asunto si alguien critica a su hijo.
Los padres mayordomo
Complacientes y siempre solícitos, son los que asisten a sus hijos en todas las tareas. El modelo de padres mayordomo es el que lleva la mochila a sus hijos, les traen un vaso de agua a la cama, se levantan para satisfacer sus deseos en cualquier situación para que no lo hagan ellos…
Cómo evitar convertirse en un hiperpadre
La hiperpaternidad es un modelo de crianza que surgió en Estados Unidos y que está caracterizado por la constante supervisión y la sobreprotección de los hijos así como en la resolución sistemática de sus problemas. La hiperpaternidad ha convertido a los niños en los reyes de la casa y en la obsesión de los padres por proporcionarles todos los medios necesarios para que tengan un futuro mejor. Por este motivo, los hiperpadres tienen la idea de que hay que darle a los hijos todo tipo de experiencias y conocimientos académicos para que «triunfen» en la vida.
No obstante, no se puede olvidar la ansiedad y las dudas que los hiperpadres sienten en la crianza de los hijos y las consecuencias, aún poco medibles, de este tipo de educación. Para evitar convertirse en un hiperpadre, Eva Millet recomienda poner en práctica el underparenting. Y es que criar “súper hijos” no es sostenible ni para los padres ni para los niños. Practicar el underparenting es tener claro que no podemos educar a nuestros hijos solo para el éxito, ya que los niños tienen que ser en primer lugar, felices.
Aunque ejercida con el mejor propósito, lo cierto es que la hiperpaternidad está haciendo caso omiso al desarrollo de destrezas emocionales tan importantes como la autonomía, creando niños dependientes, la resistencia a la frustración, creando niños impacientes incapaces de superar los obstáculos o dificultades de la vida, el esfuerzo, porque los padres se lo dan todo hecho, y el tiempo libre porque llenos de actividades extraescolares apenas tienen tiempo para jugar.
De este modo, la infancia de los hijos de los hiperpadres se está convirtiendo en una especie de campo de entrenamiento, con el estrés que generan las agendas sin huecos para una de las actividades más importantes de los niños: el juego. El underparenting persigue que los padres dejen de estar tan pendientes de los deseos de sus hijos, dando prioridad a las necesidades, y respetando su tiempo de juego. Eva Millet concluye «volvamos a ser felices y a no hacer nada, a escuchar y a valorar la individualidad de cada niño».
Marisol Nuevo Espín
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