Tener un hijo es una de las experiencias mas gratificantes que existen en la vida. Es cierto que requiere esfuerzo y sacrificio. Pero desde luego que los recuerdos que se generan y las vivencias que aseguran formar una familia son para siempre. Y por si faltasen evidencias en los casos que conocemos de cerca, la ciencia lo asegura el estudio In defense of parenthood.
Un trabajo en el que se puede comprobar que tener un hijo es un evento que se relaciona estrechamente con la sensación de felicidad y con una vida más longeva. Una investigación con la que se pretendió descubrir si eran cierta esa visión de padres infelices ante la llegada de un niño. Para llegar a esta conclusión se cruzaron los resultados de tres estudios distintos y los cuestionarios.
Una vida muy positiva
Como se ha dicho, los resultados de este trabajo tuvieron en cuenta los datos de diversos cuestionarios en los que se preguntó por el nivel de felicidad y la valoración de sus vidas. En el primer trabajo reveló que aquellos con hijos indicaban en mayor nivel tener una vida muy positiva frente al resto. El segundo de estos trabajos también mostró que se sentían mejor en su día a día gracias a la paternidad.
El tercer trabajo mostraba que los padres manifestaban un mayor nivel de sentimientos positivos por el mero hecho de cuidar a sus hijos, una satisfacción incluso superior a la que experimentaban al llevar a cabo otras actividades diarias. De esta forma, estas tres vías, confirmaban que padres y madres reportan mayor felicidad tras la llegada de sus hijos.
Es curioso cómo los mayores índices de felicidad se reportaron en el caso de los padres. De esta manera, se refuta la idea de que la llegada de un niño hace que decaigan los ánimos en los padres como resultado de la dedicación y el cambio de vida. Porque si bien es cierto que todo se altera, esta nueva experiencia se traduce en emociones muy positivas.
Felicidad en familia
Este estudio no es el primero que relaciona la llegada de un hijo con la felicidad. El trabajo publicado en CivicScience ha demostrado que este sentimiento se relaciona con la maternidad. A los participantes de esta investigación se les pidió que contestasen a un cuestionario relacionado con su nivel de satisfacción vital y el grado de alegría que sentían en su día a día.
El 16% de los padres expresó sentirse ‘muy contento y el 44% ‘feliz’. Dato que en el caso de los que no tenían hijos se enmarcaban en el 12% en el caso de la primera opción y en el 44% en la segunda. Entre las conclusiones que sugieren los responsables de este estudio está que tener un hijo ofrece nuevas perspectivas y enseña a apreciar las cosas importantes de la vida.
Es curioso cómo en este mismo estudio el 23% de los que no tienen hijos afirmaron tener una vida más tranquila, sin embargo el porcentaje de los mismos que tomaban medicamentos frente a la ansiedad era superior (16%) que en el de los padres.
Damián Montero
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