Muchas personas tienden a pensar que tener un hijo superdotado es un problema. En cambio, es una oportunidad extraordinaria para educarle bien, orientar y desarrollar todas sus capacidades, formar su personalidad para que sea feliz y hacerle ver que tiene un gran talento principalmente, en el servicio a los demás.
¿A qué tipo de colegio debe ir un niño superdotado?
Son muchos los padres que piensan que es perjudicial para el aprendizaje que un niño superdotado asista a un colegio «normal y corriente». Pero no tiene porqué ser así. Lo que más perjudica a un niño superdotado es que en el aula no se le trate de manera individualizada para cubrir sus necesidades.
A todos los niños hay ofrecerles un aprendizaje individual para desarrollar al máximo sus capacidades. En el caso de los niños superdotados, como no son un problema para el profesor porque siguen el ritmo de la clase, no son su prioridad. Por eso, la mayoría son tratados de manera injusta en el aula.
No es perjudicial que vayan a un centro para niños «normales» siempre que el profesor cuente con recursos para tratar sus necesidades. El problema está en que la mayoría de centros carecen de estos recursos. Lo ideal sería no tener que llevarle a un colegio diferente porque la diferencia que puedan tener con respecto a otros niños también les educa, les hace crecer como personas y les ayuda a integrarse dentro de una sociedad. El crecer y educarse con niños con sus mismas capacidades les limita en su desarrollo y lo que parece ser una educación rica es una educación pobre a nivel personal y de desarrollo social.
La solución estaría en poder ubicar a cada niño según su desarrollo intelectual y de aprendizaje, no por edad o por curso académico. Esto implicaría un cambio en el sistema educativo que se escapa de las posibilidades de los centros escolares.
Como alternativa a esto, los padres pueden y deben luchar por que en su centro les ofrezcan refuerzos educativos para atender las necesidades avanzadas de sus hijos y evitar, de este modo, su aburrimiento.
Obstáculos a los que se enfrentan los niños superdotados
La velocidad con la que aprenden o la adaptación al ritmo «normal» son sus propios obstáculos. A esto hay que añadir la soledad al no tener compañeros con los que hacer las tareas, apoyarse o intercambiar dudas y otro problema puede ser la falta de comprensión, en ocasiones, por parte del resto.
Ante esto, es importante que los padres y profesores conozcan muy bien a los niños, sepan de sus necesidades, les comprendan y les den la oportunidad de aprender. Los profesores deben ofrecer nuevos contenidos y técnicas de aprendizaje, además de otros tiempos para la resolución de problemas o sistemas de evaluación diferentes. Y los padres, en la medida de sus posibilidades y recursos, deben proporcionarles actividades extracurriculares interesantes en cuanto a aprendizaje, sin olvidar, ante todo, la necesidad que tienen los niños de desarrollarse como persona y dentro de un grupo social. Por lo tanto, no sólo tienen que ir todas las actividades encaminadas a potenciar su nivel cognitivo, sino que les tienen servir para crecer como personas y hacerles felices.
¿Qué hacer cuándo se detecta a un niño superdotado?
Cuando las pistas para reconocer a un niño superdotado han dado sus frutos, el siguiente paso sería buscar ayuda en el centro escolar, recurrir a asociaciones o a profesionales especializados en este campo para que les asesoren sobre actividades o campamentos en los que puedan estar con otros niños con las mismas capacidades.
Por lo que respecta a la familia, no les tienen que tratar de manera diferente sino a cada uno como es, teniendo en cuenta que el trato varía en función de cómo es cada niño. Lo importante es que los padres sean el modelo a seguir para poder desarrollarse como persona y que el centro escolar les ofrezca ayudas más específicas.
Consejos para considerar las oportunidades de los niños superdotados
– Nunca debemos frenar las capacidades de nuestros hijos, sobre todo si son superdotados. Si hacen preguntas complejas, debemos darles una respuesta. Estos niños, además, necesitan que se les razone más las cosas, buscan más argumentos.
– El niño superdotado sentirá gran satisfacción y se verá mejor persona cuando experimenta que soluciona problemas, que inventa cosas, y que ayuda a los demás en sus trabajos.
– Los niños superdotados necesitan ser motivados y estimulados no sólo en el aspecto intelectual por su alta capacidad, sino en actividades diferentes como el deporte y la relación social. Necesitan aprender a tratarse con los demás, a respetar las inquietudes de sus compañeros y a no creerse «los mejores». No se aconseja hacer nunca un culto a la inteligencia, porque como él, todos tienen puntos fuertes. También nuestro hijo superdotado debe saber que tiene aspectos más débiles.
– Los padres nunca debemos hacer comparaciones de «grados de inteligencia» entre nuestros hijos.
– En el aula se les debe dar la oportunidad de seguir su ritmo, no el de sus compañeros. Y en la familia que no sigan tampoco el ritmo de sus hermanos, sino el suyo propio.
Conchita Requero
Asesoramiento: María Campo Martínez. Directora de Centros Educativos Kimba.
Más información en el libro de Pilar Martín Lobo, Niños inteligentes: guía para desarrollar sus talentos y altas capacidades.
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