El síndrome de la silla vacía es una condición que surge generalmente asociada a un duelo por la pérdida de un familiar o un amigo cercano. Comunmente los psicólogos utilizan este término del síndrome de la silla vacía para referirse, sobre todo, a esa sensación de desconsuelo que suele aparecer cuando notamos claramente la ausencia de un ser querido en un acontecimiento importante.
En cualquier proceso de duelo tras un fallecimiento es completamente natural manifestar esos sentimiento de nostalgia y vacío de manera recurrente; no obstante, también está claro que este tipo de emociones también tienden a acentuarse cuando queremos disfrutar de un momento o un evento en el que la persona fallecida solía estar presente. Este sentimiento persistente de falta o carencia es muy habitual en personas de todas las edades, por lo que, para tratarlo, es fundamental darle la importancia que merece y reflexionar un poco sobre cómo nos puede afectar.
Por todo esto, en el día de hoy hemos consultado con el equipo de especialistas de la sede en de Interfunerarias Madrid, que nos han ayudado a redactar este contenido como voz experta y habituada a trabajar con este tipo de situaciones, por desgracia, tan comunes cuando se pierde a un ser querido. Así, intentaremos dar respuesta a las principales preguntas que suelen surgir cuando hablamos del síndrome de la silla vacía, abordando en qué consiste, cuál es su origen, qué estrategias nos pueden ayudar a abordarlo o en qué momentos somos más susceptibles de sufrirlo.
¿Qué es el síndrome de la silla vacía?
El síndrome de la silla vacía es un concepto psicológico que nos permite describir esa sensación de ausencia y desasosiego que sufrimos cuando fallece una persona que solía ocupar un lugar importante en nuestra vida. La silla vacía es un término ilustrativo que nos sirve para simbolizar una falta física y emocional a través de un objeto vacuo, que no puede ser llenado por otra persona. El síndrome de la silla vacía es, por tanto, un mecanismo que nos sirve para manifestar nuestro duelo por pérdida y que, además, se suele acentuar en acontecimientos sociales como la Navidad. Para consultar más info sobre el síndrome de la silla vacía, recomendamos este post del blog de Interfunerarias, donde su equipo de profesionales profundiza en este concepto desde una aproximación técnica.
El origen de este síndrome: el duelo por pérdida
El origen del síndrome de la silla vacía está completamente relacionado con el proceso de duelo que sufrimos las personas cuando experimentamos la pérdida de un ser querido. El fallecimiento de una persona importante para nuestra vida desencadena evidentemente sentimientos de dolor, tristeza y vacío que pueden perdurar en el tiempo. En este sentido, el síndrome de la silla vacía no tiene por qué presentarse inmediatamente después del fallecimiento, si no que, de hecho, puede aparecer una vez se haya superado la etapa de duelo, sobre todo en aquellos momentos y lugares donde la presencia de esa persona finada era significativa o recurrente.
Los momentos clave en los que suele aparecer este síndrome
Este síndrome de la silla vacía suele darse en diferentes momentos, que pueden ser situaciones cotidianas o en fechas significativas. Por lo general, un momento típico en el que puede aparecer este síndrome es durante las Navidades, ya que es un momento en el que las familias se reúnen y disfrutan en compañía, y donde la ausencia puede ser más evidente. Igualmente, el síndrome de la silla vacía puede aparecer también celebraciones y comidas familiares, aniversarios y cumpleaños, bodas, momentos de ocio, en días festivos o en eventos especiales que se solían compartir con la persona fallecida.
Claves para hacerle frente al síndrome de la silla vacía
Para poder hacer frente y sobrellevar el síndrome de la silla vacía es importante actuar con conciencia emocional y con cierta anticipación. Uno de los pasos más importantes es pasar por el reconocimiento de estos sentimientos de pérdida y ausencia y evitar tratar el tema como un tabú. Obligarnos a estar bien o a disimular las emociones negativas que surgen alrededor de esta situación, no hará más que empeorar la situación.
Otra estrategia que se puede seguir para afrontar el síndrome de la silla vacía es realizar acciones previas a esos momentos en los cuales suele aparecer el síndrome, por ejemplo, honrando la memoria del fallecido. En estos casos, recordar y celebrar la vida de la persona en cuestión puede ser una herramienta positiva para transformar el dolor por la pérdida en una manera de realizar un tributo.
Aceptar la pérdida y aprender a vivir con ella adaptándonos a la nueva situación es también otra de las claves para superar el síndrome de la silla vacía. Permitirnos tener esos sentimientos más negativos o tristes y ser conscientes de ellos sin sentirnos culpables o intentar cambiarlos es también otro de los pasos imprescindibles para superar la pérdida y poder volver a disfrutar de otra manera de los acontecimientos sociales.
Cómo superar el síndrome de la silla vacía
Como hemos visto, superar el síndrome de la silla vacía requiere de aplicar una serie de herramientas y acciones de manera constante y sin pretensiones. Se trata de un proceso enteramente individual, en el que cada persona debe darse su tiempo y espacio propio para poder adaptarse a la nueva realidad. Buscar apoyo emocional a través de la comunicación abierta con familiares y amigos, buscar nuevas formas de llenar los vacíos o rendir homenaje a quienes ya no están pueden ser algunas acciones útiles a la hora de dejar atrás el síndrome de la silla vacía.
De igual manera, durante esta etapa en la que no se puede evitar sufrir este síndrome es importante ser generoso con uno mismo y aumentar, si cabe, el autocuidado. Descansar, tener tiempo de ocio, comer de manera saludable, dormir bien y hacer ejercicio regularmente son solo algunas de las alternativas que pueden ayudar a pasar este proceso de forma más liviana.
La importancia del apoyo psicológico
Finalmente, siempre hay que tener presente que el apoyo de la terapia psicológica puede llegar a ser fundamental para la superación del síndrome de la silla vacía. Así sea a través de terapia individual, familiar o de grupos de apoyo, el acompañamiento y el tratamiento psicológico resultan especialmente importantes para poder hablar abiertamente acerca del dolor y los sentimientos que nos produce la pérdida de un ser querido. Así, podremos tener un acompañamiento profesional para reflexionar sobre qué nos produce su ausencia a nivel emocional en determinados acontecimientos o fechas importantes.
Sea como sea, enfrentar y superar el síndrome de la silla vacía es un proceso que siempre va a requerir de comprensión, tiempo y apoyo emocional. Al fin y al cabo, este síndrome es un mecanismo que nuestra mente activa para intentar aceptar la ausencia de un ser querido de alguna manera y adaptarse a ella, permitiéndonos encontrar otras formas de mantener viva su memoria y ayudándonos personalmente en el proceso de sanación emocional.
Marina Berrio
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