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¿Quiere ser ‘influencer’? Cómo manejar la atracción hacia esta nueva profesión

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Los niños se sienten cada vez más atraídos por las profesiones surgidas de las RRSS, y es fácil que puedan llegar a pensar que son profesiones fáciles en las que se puede ganar mucho dinero con poco esfuerzo. Sin embargo, para que aterricen en la realidad es fundamental explicarles la legislación, saber qué material quieren compartir y asegurarnos de que entienden qué es la huella digital.

La profesionalización de los «influecers» es una realidad que mueve millones de euros a través de la publicidad en función de los seguidores. Concretamente, la profesión de «Youtuber» se situó en el 5º puesto de las más profesiones más deseadas por los jóvenes, según un estudio realizado por la Fundación Adecco entre más de 1.500 niños y niñas españoles de entre 4 y 16 años. Futbolistas, profesores, médicos y policías siguen dominando los cuatro primeros puestos, por este orden. 

Los niños, nativos digitales, han sustituido las enciclopedias que solían ocupar un espacio importante en nuestras estanterías por pantallas digitales e internet. Estos cambios no solo se reflejan en los métodos a la hora de buscar información, también se materializan en los nuevos referentes, jóvenes iguales a ellos, que comparten contenidos de su propio interés y además consiguen fama y dinero, aparentemente, solo con publicar actividades o situaciones de su día a día.

Solos ante un ordenador

La televisión ha sido sustituida por Internet, donde los «influencers» buscan seguidores a través de contenidos atractivos para estos nativos digitales, son sus iguales y comparten sus mismos intereses, juegan a los mismos videojuegos, ven las mismas series o escuchan su misma música, y todo de una manera casi inmediata.

«Dejar a un niño solo delante de un ordenador con acceso ilimitado a Internet es parecido a dejar a nuestro hijo solo sin supervisión por la Gran Vía de Madrid. Esto no quiere decir que no puedan usar internet, pero siempre con supervisión y limitaciones, en función de la edad que tengan y el material que sigan».

Este escenario puede ser muy atractivo para los niños que pueden malinterpretar que estas nuevas profesiones se limitan solo a subir contenidos cada cierto tiempo, de manera sencilla y desde las sillas de sus habitaciones. Todo esto hace que muchos chicos y chicas quieran aspirar a ser un «youtuber» o un «influencer», con el fin de tener fama, reconocimiento y dinero, haciendo algo con lo que realmente disfrutan de verdad. Además, mucho de ellos tienen la errónea idea, de que podrán lograr todo esto de una manera fácil, solo grabando contenido y subiéndolo a las redes, «¡nada más lejos de la realidad!» asegura la experta.

La psicóloga Gema Fuentes recomienda que «si se nos presenta el escenario en el que nuestro hijo/a nos transmite que quiere ser «influencer», lo primero que hay que hacer es conocer el marco legal». Los menores hasta cierta edad no pueden abrir un canal por sí mismos, por ejemplo, la edad mínima que debe tener para poder crear una cuenta en Tik Tok y Youtube con permiso paterno es de 13 años y en Instagram a partir de los 14 años. Además, cuando hay menores, algunos canales crean restricciones, como inhabilitar los comentarios para que nadie pueda opinar sobre un video donde aparezcan un menor.

En segundo lugar, es necesario conocer las motivaciones de nuestros hijos ¿por qué quieren subir videos?, ¿qué clase de material quieren compartir? A partir de sus respuestas podemos ir hablando con ellos, marcar un camino y saber si realmente están preparados para ello. Siempre entendiéndolo como un juego o un pasatiempo y sobre todo con supervisión.

En tercer lugar, es importante hablar con ellos de lo qué significa ser «influencer», la responsabilidad que implica que sean referentes de muchos seguidores, la importancia de dar un buen ejemplo intentado ofrecer contenido y material interesante por el mero hecho de compartir y no por buscar seguidores.

En cuarto lugar, es fundamental comentar con ellos el tema de la huella digital. Podemos explicarles que tal vez ahora subir ciertos videos puede parecer divertido, pero que con la edad esto cambie. Una vez que subimos un contenido a la red no podemos asegurar de qué este se elimine completamente, existe la posibilidad de que lo subamos quede para siempre.

La dependencia de un ‘like’

Otro aspecto a tener en cuenta y a tratar es el cómo puede afectarles la dependencia y búsqueda de suscriptores o de «followers» a la larga. No debemos olvidar que la adolescencia es la edad en la que se va forjando la identidad y en la que el grupo de iguales adquiere mucha importancia, sentirse rechazado y no valorado por sus compañeros, no ser capaz de conseguir los «likes» que quieren puede llegar a ocasionarles frustración y pérdida de confianza y con ello cambiar sus objetivos y contenidos publicados con el fin de conseguir el reconocimiento de los demás.

Por ello, Gema Fuentes nos recuerda que «no debemos olvidar hablar con ellos sobre las expectativas que puede tener, por ejemplo, si nuestro hijo piensa que se va a hacer rico o que será muy sencillo». Es fundamental explicarles todo el trabajo que hay detrás de estas nuevas profesiones, su responsabilidad, el esfuerzo y sacrificio que conlleva crear, editar y publicar materiales y contenidos interesantes casi a diario, y todo lo que hay detrás del marketing y la publicidad.

Habrá que recordarles que incluso si consiguen cumplir su sueño, esto puede ser algo efímero, que es común que toda esta industria cambie y que es fundamental la formación continua. Ser una gran influencia para los demás y vivir de ello alargándolo en el tiempo es algo bastante difícil de conseguir.

Marina Berrio
Asesoramiento: Gema Fuentes. Psicóloga de Centros Crece Bien

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