Recientemente los medios de comunicación se han hecho eco de varios casos de cullying, uno de ellos con intento de suicidio. Por desgracia no se trata de casos aislados si no que es un fenómeno muy presente en los centros educativos de nuestro país. En este artículo os damos una serie de recomendaciones para que, desde casa, prevengamos el acoso escolar.
Estamos ante una problemática que no para de crecer de manera alarmante. Según el primer Informe Mundial sobre acoso escolar realizado por la ONG Internacional Bullying Sin Frontera realizado en 2021, siete de cada 10 niños sufren todos los días algún tipo de acoso o ciberacoso en nuestro país.
Este aumento es en parte debido a la pandemia que lo ha trasladado al mundo virtual. Lo que antes solo pasaba en las aulas, ahora forma parte de un todo, haciendo que esos acosos sean más silenciosos, más invisibles y más dañinos para los que lo sufren, ya que viven conectados con sus acosadores las 24 horas del día, a ellos y a una audiencia de ese mal trato infinita.
Se define el acoso escolar como una serie de situaciones de hostigamiento, intimidación y persecución física y/o psicológica de uno o varios/as chicos/as contra otro/a, siendo, la conducta más común, el insulto.
Las características del bullying
No toda agresión puede ser considerada acoso entre iguales; para que estas acciones sean consideradas propiamente dichas conductas de Bullying tienen que darse varias características:
– Tienen que ser intencionadas. La finalidad de la agresión es hacer daño a la víctima
– Tienen que ser reiteradas. No podemos definir una situación como acoso si solo se ha producido una única vez
– Tiene que existir un desequilibrio de poder. Tiene que existir entre víctima y agresor/es desigualdad
En el caso de Ciberbullying un solo hecho si que puede ser considerado como tal, ya que el daño es mucho mayor ya que llega a más personas y permanece publicado.
Este es un problema que nos atañe a todos como sociedad, ya que nos tendríamos que plantear qué estamos haciendo mal para que esto ocurra, qué valores estamos transmitiendo, o a qué material están accediendo los niños/as y adolescentes que hacen que el ejercicio de la violencia esté a la orden del día en las aulas.
En especial esto preocupa a los padres, que nos preguntamos qué podemos hacer desde casa para evitar que mi hijo se encuentre en una situación de acoso entre iguales: ya sea como víctima, acosador u observador. Tenemos que tener en cuenta que es un fenómeno que se mantiene en forma de triángulo, aspecto importante a la hora de prevenirlo, ya que si no hay espectadores pasivos no se mantiene el acoso.
La familia, como primera base segura de relación, puede proporcionar la oportunidad de aprender la confianza básica y la empatía, dos de las principales condiciones que protegen contra el bullying.
Prevenir el bullying desde la familia
A continuación, os damos una serie de recomendaciones para prevenir situaciones de violencia entre iguales desde la familia:
– Hablar abiertamente sobre el acoso escolar
Explicarles en qué consiste para que sean capaces de reconocerlo y qué deben hacer si identifican una situación de bullying, que sepan cómo pedir ayuda y a quién y que hacer si es a otro al que están agrediendo. Una manera sencilla y que utilice el mismo lenguaje de los niños es hacerlo a través de cuentos; os recomendamos «El jardín de los abrazos» cuento para prevenir el acoso escolar (Editorial Sentir).
– Favorecer la expresión emocional en el hogar
El/la niño/a debe encontrar en el hogar un lugar seguro donde se sienta cómodo/a a la hora de mostrar cómo se siente, esto se facilita si en casa hay una buena comunicación emocional, donde toda la familia sea capaces de expresar sus emociones y donde estas sean comprendidas y aceptadas. Debemos atender las necesidades de nuestro/a hijo/a desde el respeto, aceptándolo tal y como es, favoreciendo así una adecuada autoestima. No dejemos de dar ese abrazo o ese beso que nuestro hijo/a necesita.
– Fomentar, desde la infancia, que nuestro hijo/a se relacione con otros/as niños/as
De esta manera estaremos favoreciendo que desarrolle habilidades sociales y sea capaz de relacionarse de manera positiva y desde la igualdad.
– Debemos enseñarles a resolver los conflictos de una manera adecuada, fomentando en ellos una actitud asertiva y autocontrol
Que sean capaces de defender sus propias ideas y puntos de vista pero siempre respetando y sin juzgar la opinión de los demás, favoreciendo en ellos un pensamiento crítico, y el mejor lugar para poner en práctica todo esto es en la familia.
– Enseñar a los más pequeños un uso responsable de las TIC’s
Debemos supervisar y educar en el inicio del uso que hacen los menores de las nuevas tecnologías, estableciendo ciertos límites y formarnos y actualizarnos nosotros mismos en los peligros y riesgos que acarrean ya que el mundo digital se encuentra en constante cambio.
– Recordar que siempre somos un modelo
Si en nuestro comportamiento nuestro hijo/a puede observar interés en el otro, una actitud de escucha y de respeto, tenderá a imitar estas conductas. Sin embargo, si lo que observa son actitudes egoístas y críticas hacia los demás, es lo que imitará.
Y lo más importante, fomentar, desde pequeños el buen trato hacia los demás, incentivando valores como la empatía, la solidaridad, la amabilidad y la capacidad de ayuda al otro, esa es la mejor prevención en violencia que le podemos dar a nuestros hijos/as.
Mónica Gonzalo Caballero, psicoterapeuta infantojuvenil y de familia de Psicólogos Pozuelo.
Te puede interesar:
– El bullying tiene peores consecuencias mentales que el maltrato
– Pablo Ojeda: “A los 18 años estaba gordito, sufrí bullying, dejé de comer y tuve una preanorexia”
– Así es el perfil del acosador en Internet: diferencias entre sexos
– El ‘sexting’ y el ‘ciberbullying’ aumenta el riesgo de depresión