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Planes de verano para disfrutar del tiempo libre

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El verano implica contar con la posibilidad de tener más tiempo para llevar a cabo todo aquello que no podemos hacer durante el curso por la gran cantidad de actividades que ocupan nuestra agenda profesional, personal y familiar. Este verano parece que es diferente, tenemos muchas ganas de disfrutarlo después de dos veranos de pandemia. 

Por lo tanto, el verano y las vacaciones, pueden servirnos para romper con ese estrés acumulado, para centrarnos en cuidar y crear un buen clima familiar y para compartir tiempo juntos en familia. Sobre todo, se trata de cuidar de los que más nos necesitan en nuestra casa, nuestros hijos.

Muchas familias, en estos momentos, probablemente, no puedan permitirse el salir fuera de vacaciones o, han decido no hacerlo. Pero eso no significa que no se pueda tener unas felices vacaciones en familia. Los hijos no necesitan un destino espectacular con un encanto especial. Los hijos necesitan a la familia, no importa dónde ni cómo. Necesitan la atención, dedicación y tiempo de sus padres. Eso es lo que más felices les puede hacer, proporcionarles buenos planes para hacer todos juntos.

Planear las vacaciones en familia

Por este motivo, es recomendable planear las vacaciones en familia. Estas deben estar pensadas por ambos padres. No es extraño que suceda que sea uno de los cónyuges quienes las preparan y luego existen conflictos entre ellos, durante las vacaciones, por no ser lo que esperaban. Cuando los hijos ya son algo más mayores, es recomendable, también, contar con ellos para esa planificación de vacaciones familiares.

Resulta interesante saber qué expectativas tiene cada uno para las vacaciones y tratar de cumplirlas, en la medida de lo posible, y, además de eso, es necesario planificar actividades que puedan interesar a todos y tener ganas de realizarlas, sin obligarles a hacer algo que no les atraiga.

Suele ser muy habitual pensar en planes para los hijos, de tal modo que puedan estar felices y entretenidos en todo momento, pero es bueno también que haya momentos especiales dedicados y pensados para los padres.

Compartir significa pensar en todos y, el que los hijos aprendan a dedicar su tiempo a actividades menos atractivas para ellos, pero interesantes para sus padres implica aprender a pensar en los demás. Eso es el verdadero amor familiar, estar felices viendo la felicidad de los demás.

La planificación familiar y el tener claro qué se va a hacer, les da seguridad y les motiva e ilusiona. Estos planes deben adecuarse a sus intereses, gustos, aficiones* y resultarles motivadores y divertidos. En definitiva, de lo que se trata es de disfrutar y pasarlo bien.

Es importante, también, que las vacaciones para ellos sean un periodo en el que corten con su ritmo habitual del curso e incluso, en cierta medida, hasta sus rutinas. El verano es para todos un momento más relajado o distendido; pero esto no significa perder el tiempo. Como indica Antonio Vázquez: «Descansar no es hacer el vago, es cambiar de ocupación». En ocasiones la relajación es tan grande que se llega a perder el orden por parte de todos los miembros de la familia y esta falta de orden provoca, en ocasiones, conflictos internos. En el caso de los niños pequeños les da mucha inestabilidad.

Por lo tanto, el ocio también tiene sus propias reglas. Es recomendable hacer un pequeño horario para distribuir el tiempo de manera que se pueda disfrutar de todo. Aunque este horario pueda ser flexible y relajado pero que de un cierto orden y, sobre todo, equilibrio en el tipo de tareas a realizar.

7 ideas veraniegas para pasar tiempo en familia

Será interesante tratar de incluir todo tipo de tareas y actividades:

1.Tiempo para estar en familia: es momento para tratar de aumentar la comunicación. Aprovechar que se está más tiempo juntos para hablar, conocerse, ver cómo está cada uno, qué les preocupa, interesa… Se trata de dedicarles un tiempo especial e individual a cada uno de ellos, hacerles protagonistas y que sientan que son únicos para los padres.

2.Tiempo para las relaciones sociales: es muy importante para ellos estar en contacto con otros niños y niñas. Por lo tanto, cuando pensemos en actividades para llevar a cabo durante el verano hay que procurar que puedan compartirlas con otros niños, dando la oportunidad de que puedan disfrutar de nuevas relaciones y nuevos contactos, siendo conscientes del nuevo modo en el que se tienen que establecer estar relaciones sociales en cuanto a la distancia social y medidas específicas a adoptar.

También es recomendable aprovechar para pasar más tiempo con el resto de familia, tíos, primos, etc., de tal modo que se puedan fortalecer los lazos familiares que proporcionan una gran seguridad emocional.

3.Tiempo para practicar alguna afición: es muy recomendable que los niños puedan probar diferentes juegos y aficiones para poder descubrir sus gustos e intereses y que puedan descubrir hobbies que les ayuden a entretenerse y divertirse. Es una forma de sacarles de las pantallas.

Aficiones de verano para los niños

4. Tiempo para practicar deporte: el deporte y movimiento deben formar parte de la rutina diaria de los niños. Existen muchos tipos de deportes y modos de tener un cuidado físico para favorecer una vida saludable. Dedicar espacio al deporte y juego de movimiento es clave para que los niños puedan desfogarse y tener una buena gestión y autocontrol. En verano, esto es más sencillo y el contar con tiempo en familia puede ayudar para estar con ellos y motivarles hacia estas actividades.

5. Tiempo de estudio: si durante el curso se han esforzado y conseguido buenos resultados es conveniente que el verano lo dediquen para actividades lúdicas que también pueden ser muy enriquecedoras. Eso sí, sin olvidar ciertas tareas, como la lectura, que se puede seguir trabajando, tratando de potenciarla desde el entretenimiento y el disfrute. Para ello, es importante dejarles que elijan lo que quieren leer (revista, cómic, libro, folleto…). La clave está en que lean aquello que les resulte interesante y disfruten con ello.

Por el contrario, si los resultados escolares no han sido muy positivos será necesario planificar un tiempo para repasar, pero sin olvidar nunca que el ocio y el descanso son necesarios. No es recomendable privarles de disfrute y tiempo de desconexión como castigo, por su falta de esfuerzo, ya que no por ello van a conseguir mejores notas, las conseguirán estudiando, pero no dejando de descansar o disfrutar.

6. Tiempo para la televisión: no es necesario prohibirla, pero sí es importante limitarla. La televisión también es educativa y puede ayudar a descansar y entretener. Por tanto, es una herramienta que se puede aprovechar. Lo importante es el control del uso. Es interesante delimitar el tiempo, lo que ven, estar con ellos y estar siempre pendiente de lo que hacen. No es positivo dejarles solos haciendo uso de ella.

7. Tiempo para descansar y dormir: los niños en verano también necesitan dormir entre 10 y 12 horas por eso es aconsejable tratar de seguir un orden en el sueño, aunque probablemente no sea el mismo que durante el curso, sí hay que guardar un orden. Es más probable que en estos momentos los días los hagamos más largos. Hay que cuidar el descanso, a pesar de los días largos, para evitar comportamientos complicados en los niños generados por esa falta de descanso.

La combinación de todos estos aspectos puede ayudarnos a tener un divertido, relajado y feliz verano familiar sin necesidad, para lograrlo, de demasiados recursos económicos.

Al fin y al cabo, no debemos olvidar que el mejor regalo que se le puede dejar a los hijos son los buenos recuerdos ¡dejadles, por tanto, unos buenos recuerdos de este verano en familia!

María Campo. Directora Pedagógica de Eduka&Nature

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